EXPERIMENTOS SOBRE CORTES FINOS DE ROCAS PRECIOSAS
UNA TECNOLOGIA LAPIDARIA MILENARIA POCO CONOCIDA Y ESTUDIADA



Cortes finos manuales en roca de mármol. Vista superior y lateral.

Roberto Velázquez Cabrera
Instituto Virtual de Investigación Tlapitzcalzin

Primer borrador consultivo©, registrado en SEP-INDAUTOR el 9 de diciembre de 2008 (No. 2008-120913401800-1) 1.
Ultima versión, 25 de abril de 2009

Objetivo.
El objetivo de los experimentos fue determinar y probar materiales de la naturaleza, herramientas y procedimientos manuales efectivos, para lograr cortes finos por abrasión, raspado o desbaste de gemas o rocas preciosas2.

El trabajo es de tecnología experimental. La experimentación es la única manera de probar en la realidad o en la práctica tecnologías para cortar rocas. El corte por abrasión es fundamental y necesario en casi todo trabajo lapidario y, en la mayoría de los casos, es el primer proceso a realizar, cuando se requiere dividir la roca original en varias piezas. Algunas se pueden separar o desbastar con golpes, presión o lascado, pero esas técnicas no se van a tratar porque no se han encontrado rocas trabajadas con estos procesos que muestren rastros de cortes finos y las rocas que tienen planos de corte, como los diamantes, sólo se pueden partir en la dirección de los planos particulares de la estructura molecular de sus cristales.

Las ideas de los principales procedimientos probados surgieron de la experiencia obtenida con la construcción de modelos experimentales de resonadores antiguos en varios materiales, principalmente carrizo, cerámica y roca, como los extraordinarios generadores de ruido bucales (Figura 1). Ya se ha mostrado que con el uso de modelos experimentales de resonadores es posible explorar hipótesis funcionales que no se pueden hacer con los resonadores antiguos. Con estos experimentos se muestra que el haber trabajado con modelos de resonadores líticos también ayudó a explorar hipótesis sobre tecnología lapidaria antigua.

Ha sido útil haber practicado las técnicas y materiales lapidarios contemporáneos, ya que se encontró que varios métodos y herramientas industriales de corte de rocas y metales duros se pueden aplicar manualmente utilizando materiales similares de la naturaleza. Eso es lógico, porque el desarrollo de la tecnología actual, es el resultado mejorado de las técnicas usadas en el pasado.

Hay otras tecnologías antiguas que hemos venido estudiando experimentalmente y que tampoco son bien conocidas como las de los minerales preciosos aplicados a resonadores antiguos. Varios modelos experimentales inspirados en diseños de resonadores antiguos ya han sido vaciados en oro, plata y algunas aleaciones, pero ese tema es materia de otro informe especial.

Antecedentes.
Existen varios limitantes de información disponible y de experimentos anteriores similares realizados en nuestro contexto. Usualmente, los análisis publicados de las rocas trabajadas antiguas se centran en sus características estilísticas. No es posible saber con certeza los procedimientos exactos, ni las herramientas y los materiales usados en el México Antiguo en cortes lapidarios, ni sus cadenas productivas, ya que las últimas practicadas se perdieron con la invasión de hace cinco siglos y los cronistas no dejaron textos descriptivos detallados de estos procesos. En nuestro país, las rocas ya no se cortan con procedimientos y herramientas manuales. Las tareas lapidarias de los pocos talleres actuales relacionados, como los de producción comercial y de conservación o restauración en los museos se hacen con herramientas eléctricas. Las escuelas relacionas no incluyen a la tecnología de corte de rocas entre sus programas. Se conocen muy pocas rocas en proceso antiguas que muestren las huellas de los perfiles de los cortes realizados originalmente, porque la mayoría de los numerosos bienes muebles lapidarios rescatados y publicados son obras terminadas que fueron alisadas o pulidas. Normalmente, se aprecian y estudian más las piezas terminadas y las que son significativas iconográficamente, que los fragmentos en proceso y los materiales de desecho resultantes. Los pocos bloques conocidos de rocas con cortes no tienen iconografía significativa, adicional a los propios cortes realizados en ellos. No se ha encontrado en la literatura descripciones ilustradas y detalladas de posibles procedimientos antiguos, ni se conocen resultados de otros experimentos que logren cortes lapidarios delgados. La literatura consultada sobre tecnología lítica antigua se refiere más al análisis de las rocas talladas y sus huellas de uso, pero se ha encontrado muy poca información detallada sobre trabajos de rocas pulidas y de huellas de construcción como la del corte por abrasión. No se han encontrado protocolos efectivos para el análisis de cortes antiguos en rocas. Sin embargo, se han publicado algunas herramientas y materiales que creen fueron usados o se propusieron para el corte antiguo de rocas3, como las de la lista siguiente y otras similares, además de los abrasivos y agua u otros líquidos.

Principales herramientas y materiales mencionados en la literatura
  1. Metal duro y arena de sílice4.
  2. Fibras vegetales5
  3. Cuerda6 .
  4. Sierra de piedra, hueso y madera. Cordel7.
  5. Navajas de madera dura7b
  6. Cuerdas vegetales, pedernal y obsidiana8.
  7. Cuerda de fibras vegetales9.
  8. Cordel, cuero, tablilla de madera o piedra y arena diamantífera 10.
  9. Sierras de roca10b y 10c
  10. Tabletas de madera, arenisca o pizarra10d
En varias zonas del extranjero aun se utilizan técnicas lapidarias milenarias para cortar rocas, pero no todas se aceptan en nuestra zona, porque algunos investigadores no creen en el uso antiguo de herramientas rotatorias como los discos, ni en el aprovechamiento de los metales y el diamante en trabajos lapidarios, ya que argumentan que no se han recuperado en los proyectos arqueológicos ni se han reconocido en la iconografía antigua existente, aunque se haya mencionado el uso del metal por cronistas, la iconografía relacionada rescatada es casi nula y los materiales de algunas herramientas antiguas son perecederos.

Las opiniones o propuestas de uso de cada procedimiento particular de trabajo en rocas, como las del proceso de corte, se deben probar en la realidad, para demostrar que, al menos, son posibles o factibles de ser aplicadas11 y para conocer su efectividad en la realidad. Adicionalmente, los resultados de los ejercicios experimentales pueden proporcionar indicios sobre la probabilidad del uso de técnicas similares empleadas en la antigüedad, que se puede incrementar con la abundancia de los materiales disponibles en la naturaleza, la menor dificultad de construcción de las herramientas y el menor tiempo de corte de las rocas. Por ello, los resultados de los trabajos pueden ser de interés para los especialistas en arqueología experimental. Se determina y muestra la información suficiente, para que los experimentos realizados puedan ser repetidos o mejorados por cualquier investigador interesado. Inicialmente, se comentan brevemente los abrasivos.

Abrasivos
Ya se han propuesto abrasivos que pudieron usarse para trabajar los chalchiuites duros12 y otras rocas preciosas, pero desgraciadamente no se conocen bien las características detalladas de los que se han rescatado en ruinas de talleres lapidarios antiguos y, aunque se conocieran, no se podrían usar para los experimentos de corte. Tampoco se pudo obtener información de yacimientos o minas productivas de abrasivos duros en México, aunque la abrasión es uno de los procesos básicos en la industria de metal mecánica y de otros materiales que se desbastan, lijan o pulen. En general, se sabe y se ha experimentado que para el corte por abrasión se pueden utilizar rocas o arenas de igual o mayor dureza que la roca a dividir o esgrafiar.

Como abrasivo en grano para el corte experimental de rocas medio blandas y blandas, se pueden usar varias arenas naturales de playas, ríos, desiertos y bancos sedimentarios o rocas duras trituradas y cernidas, pero por su mayor disponibilidad en el mercado y para poder comparar los tiempos de los resultados experimentales se utilizó principalmente el cuarzo, de dureza 7 Mohs, que es la escala de dureza más conocida, aunque no es lineal y el valor máximo es 10, correspondiente al diamante por ser la roca natural más dura y puede rayar cualquier otra roca. Se usó en grano de arena fina13 de malla No. 100-110, por lo angosto de la ranura deseada y las herramientas delgadas que la pueden cortar. El trabajo de corte manual con abrasivo en grano fino puede ser muy preciso, pero es delicado y muy lento. Para trabajar cortes un poco mas gruesos se usaron abrasivos en grano de malla No. 50-60, como los que se han utilizado en la mayoría de los experimentos de microabrasión de la industria metal mecánica.

Los granos de los abrasivos efectivos deben tener bordes y esquinas afiladas o no estar muy redondeados. Tampoco se sabe el origen y las propiedades del abrasivo de arena de cuarzo disponible en el mercado, como el que se adquirió para los experimentos14, pero se pueden examinar. En la fotomicrografía de la Figura 2 se observa que los granos de cuarzo usados son de varios tamaños y no están muy redondeados15, lo que disminuye su efectividad. Para hacer una comparación, en otra fotomicrografía (Figura 3) se muestran granos finos del carburo de silicio. Como estos granos tienen esquinas afiladas y son duros, son muy efectivos en el corte de rocas y aceros duros. La dureza de la roca a cortar se debe considerar para seleccionar los abrasivos a usar, aunque también influye su tenacidad16. Se puede mostrar la dureza aproximada de algunas rocas y abrasivos que sirve para determinar y seleccionar algunos abrasivos que pueden cortar rocas de menor dureza.

Las fotomicrografías de las superficies de los cortes en rocas rescatadas17 podrían ayudar a determinar el tipo y tamaño del grano abrasivo que pudo ser usado, pero no necesariamente el tipo y forma de la herramienta utilizada para arrastrar el abrasivo. Desgraciadamente, tampoco es sencillo obtener fotomicrografías de los cortes delgados en proceso, por lo estrecho de las ranuras. Sin embargo, aun a simple vista, con una lupa o con macroimágenes de un microscopio sencillo o binocular se puede observar la forma general del perfil lateral de los cortes antiguos en proceso, así como de las rocas cortadas en los experimentos que se comentan con las herramientas usadas. El perfil de los cortes antiguos es el primero y el principal indicio a considerar y analizar, para evitar propuestas erróneas. La forma macro de un corte antiguo particular, también es el primer objetivo a lograr en los cortes experimentales de rocas. El análisis y trabajo a nivel macro deben preceder al micro. Las huellas en bloques de rocas rescatadas son la única iconografía que podemos leer de los trabajos lapidarios de corte antiguos. Cuando se ha trabajado con cortes lapidarios, hasta a simple vista se pueden reconocer los perfiles de los cortes y aun los rastros de algunas superficies cortadas que indiquen posibles herramientas y materiales usados. Por ejemplo, algunos rastros de cortes no tienen microhuellas de canales o surcos muy notables, cuando se usa un cuchillo plano con abrasivo fino, pero sí cuando el perfil del material arrastrador es irregular y la malla del abrasivo es menor o es mayor la dimensión de la arena utilizada.

Técnicas para cortar rocas
En procesos industrializados18 el desgaste microabrasivo entre los cuerpos sólidos ocurre de varias maneras, pero en cortes manuales de rocas, sin usar herramientas rotatorias como discos, se pueden utilizar tres técnicas fundamentales (Figura 4): a) Deslizamiento en dos direcciones (movimiento reciprocante) de tres superficies en contacto, una es ellas es del abrasivo en grano, otra es la roca a cortar y la tercera es la herramienta (Cuerdas y Cuchillos) que arrastra el abrasivo, b) Movimiento reciprocante del grano de abrasivo aglutinado en la herramienta (Sierra) y la roca a cortar, y c) Deslizamiento reciprocante entre las superficies interactuantes de dos rocas, una es la que se corta y otra es la raspadora (Sólida). La microabrasión es un proceso de microtallado con abrasivos (arenas filosas o cristales), pero usando herramientas especiales para frotarlos o arrastrarlos (golpearlos o presionarlos) contra la roca a desbastar o cortar.

Herramientas usadas para frotar o arrastrar abrasivos
Los trabajos experimentales se hicieron siguiendo la lista de las principales herramientas examinadas que se dividen en cuatro grupos básicos de materiales: 1) Biológicos, de varios materiales que pueden arrastrar abrasivos, y los raspadores; 2) Sierras solidificadas con abrasivo aglutinado, y; 3) Sólidas que cortan o esgrafían directamente las rocas, y; 4) Mixtas. A continuación se comentan e ilustran las herramientas y materiales probados para frotar o arrastrar abrasivos, con un poco de mayor detalle los más efectivos. Se incluyen los que han sido mencionados o propuestos por otros investigadores.

Cuerdas
Fibras vegetales torcidas
Los primeros ejercicios experimentales se hicieron para analizar la hipótesis de uso de una cuerda de fibras vegetales para cortes finos en rocas, que es el arrastrador de abrasivos que más se ha propuesto por varios investigadores. Se probó en una roca de mármol19 con una ranura previamente esgrafiada, el uso de una cuerda delgada hecha de hebras duras de henequén20 (Agave fourcroydes o zodzqui en maya) torcidas, que producía Cordemex (Tierite No. 100 de, 1-1.3 mm de diámetro). La cuerda estirada en un arco de madera funciona bien con grano de cuarzo fino y poca agua (Figura 5), pero los hilos del henequén se rompen rápido con el abrasivo. Como la cuerda usada duró sólo 5 minutos21 se creyó que ese procedimiento era ineficiente y se podía descartar.

Sin embargo, los secretos de los detalles de los procedimientos son importantes en la eficacia, eficiencia y control de estas técnicas. Por ejemplo, se pensó que un procedimiento para evitar que se rompiera la cuerda arrastradora22 del abrasivo era ir recorriéndola en la ranura antes de que se rompiera, después de haber usado un segmento de ella por unos 3 o 4 minutos. Se probó que esa forma de operación funciona bien, pero requiere una cuerda larga y mayor cantidad de abrasivo, porque una parte del grano usado se introduce entre las fibras de la cuerda (Figura 6) que se va desplazando. Si la roca a cortar se fija en una prensa o algo parecido, se liberan las manos para que un solo operador maneje la cuerda y suministre el abrasivo y agua. Si un ayudante puede suministrar el abrasivo y agua, la operación de cortado es más eficiente y rápida.

En una hora, se realizó un experimento de corte en la misma pieza de roca blanda de mármol utilizando varios metros de cuerda de henequén. El corte logrado es de 1.5 cm de largo y la ranura es de 1.5 mm de ancho y 4 – 5 mm de grueso y el perfil del fondo de la ranura producida es redondeado en forma de "U" Figura 7, ranura del centro) y no es agudo. La ranura lograda resultó inclinada, porque la cuerda de henequén es flexible y no se pudo controlar bien su verticalidad. El perfil en forma de "U" del fondo de la ranura experimental lograda indica que una cuerda de fibras vegetales no fue usada en los cortes delgados de las rocas de La Ventilla que se pudieron analizar visualmente, porque el perfil del fondo de sus cortes observados23 es diferente, ya que es agudo en forma de "V".

Con cuerdas mas delgadas como las de cañamo, se pudieron hacer cortes muy finos de 0.6 mm de ancho con el fondo en "U". La cuerda se rompe con la abrasión en menos de dos minutos, pero en media hora se pudo hacer un corte de 7- 8 mm de profundidad (Figura 7, ranura izquierda). Para probar que las rocas medio duras trituradas y cernidas como las volcánicas puede servir de abrasivo, usando arena fina de tezontle en media hora se cortó una ranura con una profundidad 13-14 mm (Figura 7, ranura derecha) en la misma roca de mármol. El tezontle triturado se tomó de la pista de caminata y carreras del Campo Zacatenco del I.P.N.

Todas las fibras son efectivas para arrastrar abrasivos, aunque su duración depende de la resistencia a la abrasión de sus hebras.

Tripas de animales
Algunas tripas de animales pueden ser delgadas y funcionar bien para arrastrar abrasivos, pero su preparación es tardada. Ahora, las cuerdas delgadas de instrumentos musicales, como las guitarras y violines son de metal, nylon y carbono, pero en el pasado eran de tripas24 de animales como de cabras que también se usan en algunos violines etnológicos. También se usan tripas muy delgadas para sutura quirúrgica estéril absorbible, de intestinos de bovinos. Conocemos las características de las tripas secas de varios animales, porque las hemos utilizado como membranas de modelos de resonadores experimentales, para producir timbres gangosos o nasales como los de la singular flauta del Templo de Fuego Nuevo del Cerro de la Estrella con cabeza de guajolote24b y las de chivo se usan en los resonadores de las marimbas, para producir el timbre característico de sus sonidos. Hay otras fibras de animales más resistentes que el acero que aun se usan en flautas etnológicas, como la singular flauta pame con mirliton24c, que producen algunas arañas, pero son difíciles de conseguir en gran cantidad. Ni siquiera se ha identificado bien la especie de araña que produce la fibra de esa tela.

Tiras de cuero
Las tiras de cuero operan bien para arrastrar abrasivo, pero no se han podido conseguir tiras largas de 1 mm de grueso. Las más delgadas encontradas en el mercado fueron de 3 mm. El principal resultado de los experimentos con cuerdas y tiras de varios materiales es que el perfil del fondo de los cortes logrados en rocas es semicircular en forma de "U", si no se cambia el grueso de la cuerda usada. Actualmente, la baqueta y el cuero húmedos se usan en el pulido de gemas, porque pueden arrastrar bien las pastas y polvos pulidores como algunos óxidos de minerales. Hasta la piel de las manos tiene propiedades abrasivas, ya que los filos y bordes agudos de las rocas naturales se redondean cuando se manipulan mucho. Hay pieles de animales que parecen lijas, como la del tiburón24d.

Alambres
Los alambres metálicos funcionan muy bien y en forma similar a las cuerdas, ya que duran mucho y pueden ser muy delgados. No se sabe siquiera si se pudieron usar para arrastrar abrasivos en el México Antiguo, aunque aun se usan en otras zonas del exterior. Hay procesos industriales de corte de rocas con alambres y anillos diamantados pero las ranuras producidas no son finas.

Cuchillos vegetales
Carrizo
Cortes finos en rocas se pudieron hacer con cuchillos delgados y afilados de tallos fibrosos. Inicialmente, uno de los mejores materiales disponibles en la naturaleza que se pudo conseguir y utilizar para hacer cuchillos talladores o arrastradores de abrasivo en grano fino es el tallo del carrizo gigante, una gramínea llamada Arundo donax o Phragmites commutis26b que puede ser el apreciado y venerado acatl del México Antiguo y que aparece iconográficamente representado en el calendario mexicano y en el Tonalamatl. En la zona de Zohapilco-Tlapacoya se encontró polen fósil de carrizo de hace cinco milenios26c.

La idea de hacer cuchillos delgados de carrizo surgió de la semejanza morfológica que tienen con las lengüetas de resonadores tubulares25 que he construido y usado con anterioridad, y a que se hicieron en forma similar a partir de rajas delgadas del tallo de esa gramínea26.

Lo importante para nuestros experimentos, es que la forma afilada de un cuchillo o navaja delgada es la que puede producir cortes finos con un perfil afilado en el fondo en forma de "V", semejante al de las ranuras finas de las rocas de La Ventilla que se pudieron observar a simple vista y con una lupa. Ese perfil del corte es el principal indicio o pista resultante de los cortes realizados. Algunos investigadores han opinado que los cortes convexos en el fondo de las ranuras sólo los pueden producir las cuerdas con abrasivos, pero hemos probado que los cuchillos rectos también pueden producir cortes convexos en el fondo, si se inclina longitudinalmente el cuchillo cortador. Los cortes se pueden hacer convexos verticalmente en el fondo para disminuir la posibilidad de rotura en los extremos al romper las piezas con la guía de sus dos canales opuestos previamente cortados27.

El tallo del carrizo gigante tiene varias ventajas como materia prima para hacer cuchillos: 1) es abundante28, ya que aun se encuentra y vive en suelos húmedos de algunas huertas y riveras de ríos y lagos; 2) los cuchillos en este material se pueden hacer fácilmente, lo que es importante, ya que los cortes de rocas desgastan los arrastradores de abrasivos y se tienen que reponer; 3) se pueden hacer de la longitud necesaria para cortar las rocas largas; 4) tiene fibras duras, que ayudan a arrastrar el abrasivo en grano; 5) es un poco flexibles y; 5) y tiene abundantes compuestos de sílice, lo que lo hace un poco resistente a la abrasión, pero lo que corta la roca es el abrasivo arrastrado por el cuchillo.

El corte de las rajas de carrizo se puede realizar con una navaja o hacha delgada filosa de roca dura golpeada con un mazo de madera. El alisado y afilado final del cuchillo se pueden lograr con una roca abrasiva plana u otras rocas planas y arena o abrasivo en grano en la superficie. Procedimientos similares de cortado de rajas aun los usan los artesanos que hacen canastas y cestas con tiras de carrizo29, aunque ellos las cortan fácilmente cuando aun esta verde y blando el tallo de la gramínea30.

En la Figura 8 se muestra un trozo, entrenudos o cañuto de un tallo de carrizo de cerca de 31 cm de largo, 2.6-2.8 cm de diámetro y 0.5 cm de grueso, y dos cuchillos afilados de hasta 26 cm de largo, 1.5 cm de alto y 2 mm de grueso máximo, dimensiones suficientes para producir cortes largos de las rocas. El alto de los cuchillos permite que puedan ser usados por un tiempo considerable (hasta más de una hora) si se utilizan con cuidado y delicadeza. Su grueso máximo permite que sean operados con cierta rigidez. Como el carrizo es un material perecedero es difícil encontrarlo completo en una exploración arqueológica, después de miles de años de entierro con humedad anual, aunque se pueden buscar los fitolitos resultantes de la abrasión.

Una ranura angosta de cerca de 1 mm de ancho y medio centímetro de profundidad en rocas medio blandas se puede hacer en un poco más de una hora de trabajo y las blandas en menos de una hora. Hay otros procedimientos probados31 que son más rápidos para cortar rocas de esta dureza. En piedras muy blandas como la pizarra, el corte se puede acelerar, pero en rocas de dureza media o mayor el tiempo requerido se incrementa notablemente, hasta en uno o dos días. El tiempo de corte también varía con el tipo de cortador y su material. En la Figura 9 se muestran rocas cortadas con el procedimiento descrito y probado. En la Figura 10 se muestra uno de los cuchillos de carrizo sobre uno de los dos canales agudos de la roca verde medio blanda (4 - 4.5 Mohs).

Con cuchillos afilados de tallo de carrizo se aserraron canales delgados, de 1 mm de ancho máximo, cuyo perfil del fondo es en forma de "V". La vista de perfil de los cortes muy similares de las rocas verde, mármol, crisoprasa serpentina se muestran en las Figuras 11, 12, 13 y 14, respectivamente. Los perfiles de los cortes realizados no son exactamente iguales, por las diferencias en la forma de los filos de los cuchillos usados. Para poder comparar una ranura con perfil diferente, el corte cuadrado típico del perfil de un disco delgado (de menos de 1 mm) con grano de diamante en una roca de ópalo rosa se muestra en la Figura 15. Hay discos más delgados para uso industrial y algunos muy pequeños son usados por dentistas.

El cuchillo de tallo de carrizo y el abrasivo se puede usar en seco y con agua para eliminar el material cortado, aunque también se pueden utilizar otros líquidos como los oleaginosos o pastas de grasas, para mejorar la lubricación. El filo de un cuchillo de tallo de carrizo con restos de abrasivo de cuarzo, del mármol cortado y del mismo carrizo se muestran en la Figura 16. Estos restos de los cortes se pudieron tirar al suelo, por lo que deberían encontrarse entre las tierras de los pisos de los talleres lapidarios antiguos, pero usualmente las mallas gruesas con que las ciernen no permiten recuperar arenas abrasivas ni los granos de rocas cortadas o los restos de los vegetales.

El abrasivo también se puede pegar a la superficie del cuchillo, como se aplica en algunas lijas y limas para uñas actuales de madera, plástico y metal, aunque se tienen que utilizar en seco, sin líquidos, si los pegamentos usados son naturales como cola, resinas o gomas, pero el abrasivo no dura mucho. El filo de un cuchillo de tallo de carrizo con abrasivo de cuarzo pegado con cola32 se muestra en la Figura 17.

Otate
Se hicieron cuchillos de tallo de otate33. El otate otlatl en nahuatl (Guadua amplexifolia o Bambusa amplexifolia) es otra planta gramínea de corpulencia arbórea, cuyos nudos y recios tallos aun sirven para hacer bastones, paredes, cercas, techos y habitaciones rusticas. Por su mayor dureza y solidez el corte transversal del tallo entre nudos es un poco más difícil que en carrizo, pero se puede usar el mismo procedimiento para cortar rocas, aserrando alrededor y luego rompiendo (Figura 18). Como se esperaba, las tiras de cuchillos se obtuvieron con un poco de mayor dificultad, debido a que las rajas delgadas se astillan y son menos planas, con excepción de las obtenidas cerca de superficie exterior del tallo. La dificultad de corte puede ser mayor si el otate esta bien seco, ya que el utilizado aun esta un poco verde. Las tiras de tuvieron que cortar mas gruesas y después de adelgazaron, lijaron y afilaron. En la Figura 19 se muestran los cuchillos que se pudieron obtener de un trozo del otate de 2 cm de diámetro. Los cuchillos de otate funcionan bien y duran un poco más que los de carrizo, pero se requiere de mayor trabajo para cortar y afilar las rajas. El filo de un cuchillo de tallo de otate con restos de abrasivo de carburo de silicio y del mármol cortado, se muestran en la Figura 20. Los cuchillos hechos de tallo de otate y carrizo son efectivos para arrastrar abrasivos y aserrar rocas, aunque son más resistentes al desgaste, cuando el filo esta cerca de la epidermis, porque sus fibras son más densas y delgadas cerca de la epidermis del tallo. La estructura fibrosa particular de los tallos de estas gramíneas34 se muestra en los cortes de las Figuras 21 y 22.

El fondo plano del corte de la pieza de jadeita6 del Valle de Motagua, Guatemala indica que se pudo cortar con abrasivo arrastrado con un cuchillo de filo plano duro como de carrizo u otate y no con una cuerda como se ha propuesto.

Bambú
El material más similar al carrizo que se ha mencionado en la literatura consultada es el bambú35, aunque no se han encontrado publicaciones con las pruebas de su capacidad de uso en corte de rocas. En nuestros experimentos, hemos encontrado que es muy efectivo para arrastrar abrasivos. La estructura fibrosa longitudinal del bambú (Figura 22b) es similar a la del carrizo y el otate, por lo que funciona de manera semejante como arrastrador de abrasivos para cortar rocas. Generalmente, se cree que el bambú es del Oriente, pero hay géneros nativos de bambúes en nuestro continente. Uno de los géneros mexicanos del bambú es la Guadua como la Guadua amplexifoloa, Poaceaea: Bambusoideae35, aunque existen otros géneros35c como Rhipidocladurn, Chusquea, Aulonemia, Olmeca, etc. Es interesante comentar que por las mayores dimensiones del tallo del bambú, se pueden hacer cuchillos más largos, altos, hasta mas de 3 cm (Figura 22c) y duraderos (varias horas). Por ello, su principal característica es que permite lograr ranuras de cortes más largos y profundos que con carrizo y otate. Si los cortes no se requieren muy delgados ni afilados, los cuchillos son menos difíciles de hacer por ser como tablillas de grueso constante y pueden resistir más la abrasión y durar más tiempo.

Uno de los pocos inconvenientes de los cuchillos largos del bambú, es que no se pueden hacer rectos longitudinalmente, ya que tienden a ser un poco curvos si son delgados como el de la Figura 22d. Sin embargo, eso permite que puedan servir para cortar ranuras un poco curvas, como una de las analizadas de La Ventilla (clave 23700).

Algunos investigadores comentan que no han encontrado evidencias arqueológicas de que existiera el bambú, en el México Antiguo, pero es interesante analizar su efectividad para cortar rocas en cualquier zona que haya existido o exista. Es difícil encontrar restos de vegetales mineralizados o fosilizados, cuando ni siquiera se buscan en las tierras.

Se ha reconocido que las partículas minerales de las gramíneas son duras, ya que producían un desgaste intenso en las herramientas de roca que se usaron para cortarlas que se llama “lustre de cereal”.35c. También desgastaban los dientes de los que las masticaban y comían mucho.

Madera
Para facilitar la práctica del trabajo experimental, también se pudieron hacer cuchillos afilados a partir de abatelenguas de madera de pino disponibles en el mercado (Figura 2336), aunque se desgastan más rápido con el abrasivo porque esa madera es blanda. Se pueden hacer cuchillos de otras maderas pero su construcción es tardada y difícil, sobre todo, si son finas y duras, aunque funciona bien.

Metal
También se probaron láminas delgadas de metal como cobre y son muy efectivas para arrastrar abrasivos en grano, pero no se sabe si se usaron en el pasado remoto en nuestra zona.

Zoológicos (hueso, concha, asta y pezuña)
Los cuchillos de materiales zoológicos de cierta dureza son adecuados para arrastrar abrasivos, porque también tienen una estructura fibrosa, pero por su mayor dureza su construcción es de mayor dificultad y no se pueden hacer en las dimensiones necesarias para hacer cortes largos y delgados. La profundidad de los cortes largos también dificulta el uso de otros materiales de animales, aunque de algunos tubos largos de hueso, como de fémur humano, se podrían hacer chuchillos de dimensiones considerables, aunque hicimos unos de huesos de venado y cocha de abulón y funcionaron bien.

Sierras o cuchillos con abrasivo aglutinado
El principio de estos métodos probados es que los granos abrasivos también se pueden aglutinar con materiales industrializados (vidrios, resinas, hules y pegamentos) que los mantienen unidos, como se hace con las muelas, discos, puntas, lijas, etc., disponibles en el mercado, pero nosotros usamos materiales naturales o sus equivalentes, para ver experimentalmente su funcionamiento hipotético como herramientas.

Cerámica
La mayoría de la cerámica de barro tiene granos de sedimentos o desgrasantes36b aglutinados en su interior. La mayoría de ellos son arenas como las de sílice que también tienen propiedades abrasivas y los aglutinantes son los sedimentos rocosos más finos que son los primeros que se funden con el horneado. El ancho de los cortes de sierras con abrasivos aglutinados en cerámica no es muy fino, porque la cerámica es rígida hasta cerca de 2 - 3 mm de grueso, aunque pueden ser muy efectivos en cualquier grueso. Hemos cortado rocas blandas, medio blandas (Figura 1) y medio duras con este método para hacer modelos de generadores de ruido líticos37. En la Figura 24 se muestran las huellas de un corte de una roca de serpentinita que se realizó con un cuchillo o sierra de cerámica con abrasivo duro. Este ejemplo sirve también para mostrar el tipo de surco semicircular en forma de "U" que produce en el fondo una herramienta en forma de tablita delgada con abrasivo. La cerámica delgada no es muy conocida, pero algunos silbatos pequeños tienen paredes finas como en unos analizados de Ranas Querétaro38 y la mayoría de los biseles de silbatos y flautas, donde se rompe el aire de insuflación para generar los sonidos, son más delgados y afilados.

En la Figura 25 se muestran varias sierras con abrasivo aglutinado dentro de la cerámica. Las herramientas de cerámica son efectivas para cortar rocas y tiene varias ventajas: 1) la arcilla o barro es un material que era abundante en la naturaleza; 2), se puede trabajar fácilmente y en cantidad, y; 3) es la materia más versátil que se ha encontrado y probado, ya que se puede modelar, modelar, etc. en diversas formas39 y dimensiones (Figura 26). La sierra dura más, si la pasta seca se quema a mayor temperatura. El abrasivo a usar, aglutinado en cerámica, debe resistir la temperatura de horneado. Por ejemplo, el punto de fusión del cuarzo es de unos 1.600 ºC. El Carburo de silicio se funde a 1700 ºC, pero se puede oxidar con el horneado. El abrasivo en grano suelto también se puede arrastrar con herramientas de cerámica, tanto seco como con agua. No se sabe si estos métodos se usaron en la antigüedad, pero en casi cualquier sitio arqueológico que fue habitado se pueden encontrar fragmentos de cerámica o los llamados tepalcates, de los que se han rescatado millones. La mayoría tiene arenas o cristales naturales o fueron agregados como desgrasantes, mismos que también funcionan como abrasivo en mayor o menor medida, dependiendo de su dureza y porcentaje en relación al material aglutinante de la pasta. Los desgrasantes más comunes y efectivos son los de la familia de sílice (SiO2) que existe en la naturaleza en un gran número de formas cristalinas distintas como cuarzo, arena de cuarcífera, cuarzo filoniano, pedernal, cristal de roca transparente o coloreado, ágata, etc39b. Casi cualquier tepalcate puede servir para arrastrar abrasivo suelto en grano. Los fragmentos de cerámica se pueden rehusar y hasta se pueden adelgazar y afilar con cualquier roca granítica con cristales de mayor dureza. Desafortunadamente, no se conocen estudios muy amplios de los elementos desgrasantes de la gran cantidad de tepalcates rescatados y, menos, de sus propiedades abrasivas, ya que ese posible uso no se había detectado en la literatura ni se busca en los análisis usuales de la cerámica antigua. La gran mayoría de los análisis publicados de la cerámica antigua se centra más en las formas y decoraciones, principalmente de las vasijas y figuras, aunque hay estudios de sus arenas internas, pero son pocos y aislados.

Detalles de algunas sierras de cerámica usados se muestran en las Figuras: 27 (roca esgrafiada y sierra usada), 28 (filo con abrasivo de carburo de silicio) y 29 (filo con abrasivo de arena refractaria). También se hicieron cortes con abrasivos duros, para analizar la hipótesis de su uso, pero como no se encontraron arenas duras naturales disponibles al menudeo en el mercado, se probó el carburo de silicio (SiC, 9.5 Mohs) y funciona bien, ya que por su efectividad puede acelerar los trabajos en las rocas de dureza similar a las calcáreas y en otras mas duras como la singular y no muy conocida obsidiana azul (5 Mohs). No se usó el grano de diamante industrial, por ser más caro que el de carburo de silicio. Algunos cortes experimentales se hicieron en rocas verdes de dureza similar a las jadeitas40 como la crisoprasa (7 Mohs)41. No se pudieron hacer cortes en jadeita, porque no se pudo conseguir como materia prima para los experimentos.

La idea de usar la arcilla o pasta fina (similar a la comercial llamada "Oaxaca") como aglutinante de abrasivos, surgió de los trabajos con miles de modelos de resonadores y el uso de barro natural, como uno de Texcoco que he utilizado, que tiene arenas tan abrasivas que cuando se amasa y modela con las manos la piel se parte o cuartea con tal profundidad que duele en tiempos de frío. Como un ejemplo, en la Figura 30 se muestra la imagen macro de la base pulida de un silbato artesanal actual adquirido en Teotihuacan que tiene granos de arena fina y gruesa. La mayoría de las pastas o arcillas naturales tienen granos de arenas y cristales. Los granos de arena se pueden observar hasta en una imagen macro o a simple vista en los cortes pulidos de fragmentos de cerámica antigua, pero su análisis a fondo se puede hacer con técnicas de mineralogía, petrografía y microscopía. Desgraciadamente, tampoco se han encontrado estudios amplios y detallados de los bancos de barros, pastas o arcillas mexicanas, a pesar de que hay mas de 200 centros alfareros que aun los utilizan en artesanías.

La cerámica también puede ser cortada y esgrafiada con técnicas de abrasión o raspado.

Argamasas
Para aglutinar arenas abrasivas, también se pueden usar los materiales de las argamasas duras que fueron usadas en la antigüedad como la cal, pero las sierras no frágiles y durables no pueden ser muy finas.

Resinas y pegamentos
En las Figuras 31 y 32 se muestran cuchillos con abrasivos pegados con resinas naturales, como goma arábiga y cola, que se aglutinan solos o con otros materiales de soporte, como hojas de papel, textiles, etc., pero se tienen que usar en seco. Estos cuchillos pueden ser muy delgados (menos de 1 mm), pero son frágiles, si el material de soporte es delgado se deben usar con delicadeza.

Rocas sólidas raspadoras
Obsidiana
El inicio de la ranura o esgrafiado de rocas medio blandas y blandas se puede hacer con una roca de obsidiana afilada u otra roca de sílice similar. Navajas muy delgadas de obsidiana lasqueada, adelgazada y afilada (Figuras 33, 34 y 35)42 también pueden ayudar a cortar el fondo de la ranura, pero si son largas son frágiles, su uso requiere de mucha delicadeza para no romperles sus filos y su adelgazamiento y afilado por abrasión es más tardado como el corte que pueden realizar en rocas más blandas.

Otras rocas raspadoras
Las lajas tabulares y otros cortadores sólidos de ancho constante, también producen ranuras redondeadas en el fondo en forma de "U", ya que se desgastan más en las dos esquinas laterales del borde raspador con la fricción con la roca que se corta. El cortado inicial o esgrafiado de rocas blandas, medio blandas y medio duras se puede hacer con cortadores afilados o buriles de diversas piedras como las volcánicas y lascas de rocas mas duras de sílice como la calcedonia (7 Mohs) (Figura 36), técnicas que ya han sido propuestas por varios investigadores, pero las ranuras que pueden hacer no son muy finas, si son profundas. Existe una gran diversidad de rocas naturales que tiene cristales o arenas duras aglutinadas en su interior como las endógenas que se forman cuando el magma se enfría o las sedimentarías que se unen con cementos minerales naturales. Algunas rocas trabajadas se han encontrado con filos y puntas redondeadas por el uso. En la la Figura 36b se muestra cerca de 1 mm de la punta redondeada con rastros de uso y cristales muy finos de una roca42b. Rocas de esmeril natural se usaban hasta hace poco para afilar herramientas de acero de carpinteros, machetes, cuchillos, navajas, etc. Ya no se conoce bien la localización de los yacimientos de rocas abrasivas, pero la piedra de esmeril la surtían a las tlapalerías locales, como La Barata de la Calle de Guerrero, desde Acapulco, Guerrero. Las lajas delgadas, también pueden arrastrar abrasivos en grano, para cortar rocas.

Los cortes de rocas sólidas sí dejan microrastros que pueden analizarse e identificarse microscópicamente, porque la microabrasión ocurre directamente contra la roca que se corta, pero por la cantidad de formas y materiales que se pueden utilizar, el poder conocer experimentalmente las fotomicrografías de todas debe ser una tarea ardua y tardada, aunque se pueden analizar algunos materiales de mayos disponibilidad y efectividad como las rocas afiladas de silicio y las de esmeril.

Herramientas mixtas
Es posible combinar dos o más de las herramientas probadas para hacer cortes lapidarios, pero de los perfiles producidos no es sencillo deducir siempre cuando se usaron y de que tipo, ya que los rastros de los primeros cortes se pierden con los subsecuentes. El esgrafiado inicial con una roca filosa, se pierde con los primeros milímetros de la ranura cortada posteriormente con otra herramienta. Sin embargo, todas las ranuras en proceso muestran en el fondo el tipo de perfil de la herramienta usada en la última fase del corte. El cambio de herramienta puede alterar el perfil del corte, cuando son de grueso diferente o el filo se hace en una posición horizontal ligeramente diferente, por ejemplo, resulta en el fondo una forma “W”, si se usan cuchillos con el filo en dos posiciones horizontalmente. El límite menor del ancho del corte se determina por el grueso de la herramienta utilizada para arrastrar el abrasivo. En la Figura 37 se muestra el perfil de un corte en que varia el ancho del perfil. Inicialmente, fue realizado con un esgrafiado de una navaja afilada de obsidiana, luego se usó un hilo delgado de cerca de 1 mm de diámetro y los últimos milímetros del fondo se cortaron con otro hilo muy delgado de menos de 0.5 mm y con hebras vegetales más finas con arena fina de tezontle y agua, en una hora de trabajo delicado. Esa es una manera de producir con cuerdas perfiles en "V" en el fondo de la ranura, pero no es sencillo controlar la verticalidad del corte. Es difícil realizar cortes más delgados, porque el abrasivo debe ser más fino, la microabrasión es lenta y las hebras delgadas se rompen muy rápido. Los abrasivos muy finos sirven para lijar, alisar o pulir las rocas, como las arenas muy finas, los limos, la arcilla y los óxidos de minerales. Finalmente, se comentan algunas conclusiones generales y se proponen trabajos para el futuro.

Conclusiones y trabajos futuros
Se ha probado y mostrado que existen diversos materiales biológicos y minerales que se encuentran en la naturaleza y pueden servir para lograr cortes en rocas con procedimientos manuales de abrasión o raspado. La información tecnológica resultante de los primeros experimentos realizados de cortes de roca, ya es de mayor detalle, profundidad, amplitud y utilidad que todo lo que se había encontrado en la literatura consultada. Por ejemplo, los perfiles producidos por las herramientas de corte probadas, pueden servir de referencia para analizar los perfiles de los cortes antiguos de rocas recuperadas con la finalidad de explorar los tipos de herramientas utilizadas. Idealmente, se debería integrar un atlas con ese tipo de perfiles de cortes experimentales en rocas. Con las herramientas y materiales probados, los cortes más delgados realizados con cierta eficacia son de alrededor de 1 mm. Para realizar cortes de más de 3 mm de grueso hay mayor posibilidad se uso de materiales diversos. Los experimentos realizados se pueden probar y mejorar, por cualquier investigador interesado en ello.

Los cortes delgados antiguos indican y refuerzan la idea de que las rocas trabajadas con abrasivos eran muy apreciadas, aun las blandas que son menos difíciles de obtener, debido a que no desperdiciaban material en cortes anchos, aunque también las obtenían de lugares lejanos de los talleres. El mismo trabajo de corte lapidario debió haber sido especializado y de valor, ya que seguramente requería mucho tiempo de trabajo de los artesanos lapidarios. Es muy difícil hacer cortes más delgados que los logrados con carrizo, otate, bambú e hilos delgados, porque no se ha encontrado otro material natural más fino del que sea fácil cortar tiras y que pueda arrastrar bien el abrasivo y los cuchillos muy delgados de esas gramíneas son frágiles o muy flexibles. La efectividad de corte de los cuchillos de carrizo y otate, y las sierras de cerámica no se conocía, ni había sido mostrada por otros investigadores en la literatura consultada.

Es importante poder determinar procedimientos manuales efectivos de aserrado de rocas, pero también es fundamental experimentar para determinar toda la cadena constructiva, empezando por las técnicas para elaborar las herramientas que se pudieron usar, ya que sin ellas no se pueden realizar las tareas de aserrado, lijado y pulido y ayudan a conocer el desarrollo tecnológico particular de los pueblos que los utilizaban. En este caso, se pudieron conocer hasta los tipos de herramientas que se pudieron usar para producir las herramientas de corte, así como los propios procedimientos detallados del proceso, pero hay temas de estudio pendientes. Entre ellos destacan: analizar y publicar las macrohuellas y perfiles de las rocas cortadas recuperadas y las microhuellas de los cortes en que se puedan obtener fotomicrografías; analizar en detalle los materiales encontrados en talleres que pudieron resultar de los cortes lapidarios realizados43, y; examinar mas a fondo y en detalle los materiales usados y probar nuevas materiales que se pueden usar como otras fibras vegetales duras y las de los agaves44 (como las siguientes: angustifolia, A. sisalana, A. angustifolia var. deweyana, A. lechuguilla, A. funkiana, A. inaequidens y A. salmiana) y la Yucca carnerosana. En el caso de las fibras de agaves, también se puede experimentar cómo se pueden obtener45, por ejemplo, machacando las hojas con una roca contra un tronco46 y luego despulpándolas con otra tableta de madera dura o roca no muy afilada para el desfibrado, lavado, secado y blanqueado al sol. Finalmente, las cuerdas se tienen que torcer o hilar, si no se tiñen antes. Se han encontrado cientos de rocas que pudieron usarse como despulpadoras, pero se deberían analizar sus microhuellas de uso.

También, se podrían estudiar otros géneros de las gramíneas mexicanas de fibras duras y los elementos minerales de la cerámica recuperada a base de sus fragmentos. Habría que analizar la tepalcatería recuperada, para conocer el tipo de cargas y desgrasantes utilizados y analizar sus propiedades abrasivas. Sin embargo, esa tarea se ve difícil por la gran cantidad de fragmentos recuperados y porque una gran parte ya se volvió a enterrar, aunque aun hay bastantes en sitios arqueológicos, hasta en superficie, como el del corte lijado de la Figura 3847. También se debería revisar la morfología de la cerámica recuperada, para ver si hay objetos planos con filos y bordes redondos o afilados que indiquen su posible uso como sierras o cuchillos abrasivos. Normalmente, los fragmentos no se estudian con profundidad, ni se publican o registran, porque no se incluyen en el inventario de bienes del INAH los que tienen menos del 50% de las piezas originales completas.

Usualmente, en los análisis arqueológicos se prefieren las piezas que están completas y son vistosas o tienen decoraciones y son significativas iconográficamente, pero desde el punto de vista de las tecnologías antiguas los fragmentos rescatados pueden ser importantes. Por ejemplo, ya he analizado fragmentos de silbatos, como uno extraordinario del llamado de la muerte48, que es importante, porque su diseño es singular y muestra a simple vista su estructura/morfología sonora interna.

Desgraciadamente, para los estudios independientes, como es el de nuestro caso, y para el público interesado es imposible conocer todos los bienes antiguos que han sido recuperados. Ni siquiera se pueden consultar los pocos datos de registro de los bienes arqueológicos que se han inventariado oficialmente49, mucho menos, los de los proyectos en desarrollo o bajo estudio o que no se han publicado sus informes técnicos y los que se resguardan en el extranjero. No se me ha permitido ni publicar las fotos de las pocas rocas cortadas que se pudieron examinar visualmente.

No se ha extendido mucho el trabajo de investigación a fondo sobre las tecnologías lapidarias antiguas, en gran parte, por los recursos y el tiempo requeridos para determinar y obtener las materias primas e insumos, construir las herramientas y desarrollar los experimentos, con la finalidad de encontrar posibles procedimientos usados en el pasado remoto. Por ello, es frecuente que publiquen opiniones o propuestas generales de procedimientos lapidarios sin proporcionar el sustento experimental comprobatorio50. Si los maestros lapidarios antiguos dedicaban gran parte de su vida en esos trabajos que eran venerados51, lo menos que se puede hacer es examinar en detalle sus rocas trabajadas y en proceso que se han recuperado y tratar de lograr, repetir o imitar sus procedimientos, para poder evaluar y reconocer realmente algo de su tecnología. El análisis formal y a fondo de las rocas trabajadas o usadas antiguas rescatadas corresponde a los arqueólogos que las hayan encontrado o puedan estudiarlas directamente, pero no se ha encontrado en la literatura algún otro ejercicio experimental de cortes finos de rocas.

El trabajo lapidario manual es lento y delicado, pero sólo experimentando se puede examinar la factibilidad real de uso de las técnicas, herramientas y materiales específicos de cada etapa del proceso requerido en cada tipo de obra lapidaria antigua recuperada. Cada roca encontrada con rastros de procesos de corte debe y puede ser analizada con profundidad. Un proceso importante y fundamental a experimentar en detalle es el del perforado antiguo, aunque ya se hicieron experimentos asociados a la familia organológica-lapidaria de la ilmenita sonora olmeca, un extraordinario diseño milenario de generador de ruido bucal de roca que no es muy reconocido en la arqueología, ni por los que lo encontraron, registraron y resguardan52. Un estudio pendiente es sobre el perforado de los singulares resonadores tubulares líticos que han sido recuperados del México Antiguo. Otros procesos a estudiar son el esgrafiado no recto, el alisado y el pulido final. Instrumentar el método experimental es una tarea ardua, pero no se ve otro camino para profundizar en este campo de investigación. Los trabajos futuros de mayor profundidad y amplitud se podrían desarrollar, sólo si se incluyen en algún programa institucional53. Si ese no es el caso, se desarrollarán trabajos complementarios que no consuman muchos recursos y tiempo.

Las fotomicrografías incluidas fueron capturadas con la ayuda de Pedro Vera y con microscopio54 bifocal Zeizz Discovery V12 150X del Laboratorio de Petrografía de la Escuela de Ciencias de la Tierra del IPN. También se usó un microscopio binocular Nikon SMX-1 y una cámara digital personales. Se piensa solicitar ayuda de otros especialistas, para ver si se pueden hacer análisis adicionales a los materiales biológicos utilizados, pero no se han podido encontrar apoyos institucionales para complementar este estudio independiente. 55

El documento electrónico consultivo ha sido bien recibido por algunos especialistas e interesados nacionales y del extranjero que fueron consultados. Las sugerencias pertinentes que se reciban, para mejorar los trabajos y el documento, así como los avances adicionales que se logren, se incluirán en el texto. A la fecha, no se han recibido sugerencias o propuestas de mejora, lo que puede indicar que estas técnicas no son muy conocidas. Ya hay un ofrecimiento para su publicación en papel en el extranjero, aunque se piensa complementar y afinar un poco el documento y ver si se puede publicar localmente, pero eso requiere de varios años. La liga a este documento consultivo no se ha difundido con amplitud, aunque a menos de un mes de haberse subido a la red, ya se pudo encontrar automáticamente, porque se incluye en los sistemas de los principales buscadores de la web.

El trabajo de análisis se aplicó básicamente a México, pero considerando las consultas y búsquedas realizadas, parece que existe una situación similar en otras zonas como las del resto de nuestro continente. Las técnicas probadas para cortar rocas también se pueden aplicar en otros materiales menos duros, como los biológicos. Los resultados de los trabajos se podrían presentar en varios foros internacionales como uno de arqueología experimental56, pero no se dispone de fondos para cubrir los gastos requeridos para los viajes a largas distancias. También se ha sugerido divulgar los resultados en sistemas educativos internacionales57.

Otros análisis
Cortes en piezas terminadas
Es posible analizar y proponer los tipos de herramientas que se pudieron usar o no usar en obras líticas terminadas, cuando tienen rastros de los cortes finos realizados, debido a que el interior de sus ranuras no se pulen normalmente, por ser muy estrechas. Si no se permite examinar bienes lapidarios antiguos rescatados, es posible hacer ejemplos de macroanálisis iniciales de rocas comerciales trabajadas, para ver si se pueden obtener indicios sobre los cortes realizados, usando un microscopio binocular y un escaner. En estos ejemplos, se usan dos piezas de rocas verdes finamente trabajadas que tienen varios cortes muy delgados (de hasta cerca de 0.5 mm., pero sin disponer de información de su posible origen y construcción58: 1) Uno tiene forma de jaguar y proviene del mercado de La Lagunilla, de la Ciudad de México; 2) Otro tiene forma de víbora de cascabel y proviene del mercado dominguero de Tepoztlan, Morelos. Al examinar los cortes de los colmillos y dientes del jaguar, se ve que son cóncavos en el fondo, lo que indica que se pudieron hacer con un disco rotativo muy delgado, posiblemente de metal. Las garras del jaguar tienen otros cortes finos que muestran el perfil en "U" de la herramienta cortadora, lo que indica que no fueron hechos con un disco con granos de diamante con su perfil de corte cuadrado. Esta roca verde no es dura, ya que la raya la punta de una navaja de acero (6 Mohs). Examinando la ranura que forma la boca de la víbora se observa que los cortes no se hicieron con un disco rotativo cortador, ya que no son muy rectos y muestra que se pudieron realizar, al menos, tres cortes, uno inicial en el frente (Figura 43) y luego dos laterales como el de la Figura 42. El fondo del perfil de los cortes finos que sugieren la forma del cascabel tiene forma de "U", que resulta del tipo de perfil que tenía el borde de la herramienta usada para arrastrar el abrasivo, que pudo ser una fibra delgada. El abrasivo de cuarzo puede cortar bien esta roca verde, ya que también se raya con la punta de una navaja de acero. En el fondo de los cortes finos y de las perforaciones que forman los ojos, aun hay granos muy finos blancos, lo que indica que no son restos del corte en la roca verde y pueden ser del abrasivo usado, pero habría que analizar los granos y las microhuellas de todos los cortes realizados para observar mejor sus características detalladas.

Cráneos o calaveras de cristal de cuarzo
Análisis similares, pero usando microscopia, han sido utilizados para examinar las superficies de trabajos lapidarios realizados en varios cráneos de cristal de roca de cuarzo y en el interior del material. En el informe de un estudio59 de los cráneo del Museo Británico y del Museo Smithsoniano, comentan que una de varias evidencias microscópicas encontradas para apoyar su análisis fue que los canales para formar la boca y los dientes de una calavera se cortaron con una rueda y abrasivo duro (carburo de silicio), que no se usaban en la época Prehispánica. Este caso demuestra que los análisis de los cortes de canales finos también pueden ayudar en los trabajos de autentificación de obras lapidarias que no tienen contexto arqueológico documentado oficialmente. Para la identificación de cortes realizados con herramientas y abrasivos industriales, también es deseable contar con un atlas de los perfiles y fotomicrografías de superficies resultantes. Las tecnicas usadas pueden servir para analizar piedas lapidarias de dudosa procedencia, como las de colecciones privadas, las provenientes de decomisos, etc.

Tiras de madera de Baja California
Antonio Porcayo Michelini me proporcionó una foto de cuatro tiras de madera que son largas (22-23 cm), planas y delgadas, pero de uso no determinado (Figura 45). Son de la Colección de Baja California del Phoebe Hearst Museum of Antropology. University of California Berkeley (Cat. 3-3038-3041). Falta obtener la información de la cédula de su registro en el museo y sería necesario ver si sus bordes están redondeados o afilados o si tienen microhuellas de uso. Ahora, no se sabe si se pudieron usar en trabajos de corte de rocas o de otros materiales. Sin embargo, su existencia es importante para el tema de nuestro trabajo, porque ya demuestra que en el pasado disponían de las herramientas y el conocimiento tecnológico necesarios para construir tiras de madera con la morfología y dimensiones necesarias para cortar rocas con abrasivo en grano y prueban que ya se producían en el pasado cuchillos de madera muy similares a los que se han probado experimentalmente. El descubrimiento también es importante, porques no es muy frecuente encontrar herramientas arqueológicas construidas de materiales perecederos como la madera en buen estado.

Teselas de Tuquesa de Mosaicos Mexicanos
Se desarrolló un trabajo experimental sobre Teselas de tuquesa de mosaicos mexicanos, para mostar un ejemplo de corte finos que se pudieron realizar en obras de arte hermosas y muy finas. Se hizo a solicitud de Ian Mursell y su version en Ingles la puso en una liga sobre Turquoise Mosaics en su sistema educativo que mantiene en Inglaterra Focolore. Tambien se hizo con motivo de la Exhibicion realizada sobre Moctezuma en el Museo Británico, que mantenía como emblema una máascara de teselas de tuquesa. No se han encontrado otros trabajos experimentales sobre el corte fino de teselas de turquesa, que son muy pequeñas y delgadas.

Notas
1. Los avances de los trabajos experimentales se presentaron en el IV Coloquio de Arqueología, de la Dirección de Estudios Arqueológicos y del Museo del Templo Mayor del INAH, el 28 de agosto de 2009. Ya se incluye en el programa de Rosalba Nieto, en el campo de la arqueología experimental. El informe se escribió y da a conocer a sugerencia de Francisco Rivas, porque comentó que las técnicas lapidarias manuales no son muy conocidas en la arqueología. Algunos especialistas en lítica antigua e investigadores consultados se han interesado en conocer los resultados de los experimentos como Lorena Mirambell, Alejandro Pastrana, Emiliano Melgar, John Clark, Jesús Mora, Oscar Polaco, Margarita Velasco, Esther Guzmán, Maria Antonieta Naranjo, Vera Tiesler, Antonio Porcayo, Jean-Loup Ringot, Emiliano Gallaga Murrieta y José Pérez de Arce.
2. Las rocas pulidas eran muy apreciadas en la antigüedad y ahora son bien valoradas por museógrafos, coleccionistas, comercializadores y hasta por traficantes y saqueadores de obras de arte fino antiguo. En este informe, se incluye sólo el proceso de corte, para profundizar un poco en el tema y tratar de superar la superficialidad, como cuando se comentan en un documento corto todos los procesos lapidarios, aunque el escrito no es muy largo, para facilitar su escritura/lectura, pero se dispone de ilustraciones adicionales. El análisis se hace desde el punto de vista tecnológico, porque: el autor es ingeniero; no se encontraron arqueólogos interesados en apoyar o participar en los trabajos experimentales y; la información arqueológica relacionada que se pudo conseguir y consultar sobre estos procesos lapidarios es muy general y reducida.
3. La bibliografía localizada con propuestas de cortes de roca en el México Antiguo también es muy reducida y la mayoría de las propuestas recientes son muy generales, con nivel de detalle similar al de las descripciones de los cronistas de hace cinco siglos (Sahagún, 1997:525). Sin embargo, se han publicado trabajos experimentales sobre otros materiales como incrustaciones dentales (Vera Tiesler Et al, 2001) y concha (Adrián Velázquez: 2007) y se sabe de experimentos lapidarios realizados en el taller del Museo del Templo Mayor como los comentados en un documento que se pudo consultar (Melgar, 2007).
4. Sahagún, 1997:525.
5. Mirambel, 1968: 28. En su estudio menciona que: “Los implementos utilizados para la obtención de cortes lineales por desgaste fueron: tiras de otate, cordeles de fibras vegetales, lascas delgadas de madera, tiras de metal blando, etc., junto con abrasivos húmedos, siendo estos últimos los que realmente realizaron el corte al ser puestos en movimiento por los implementos citados.” Mirambell ha opinado (comunicación personal 2008) que los cortes en roca se pueden hacer con fibras vegetales, abrasivo, agua y mucha paciencia, pero no conocía cortes antiguos muy delgados en rocas.
6. Digby, 1972:15 y Rochette, 2006:1, Fig.21. Se muestra una pieza de jadeita cortada del Valle de Motagua, Guatemala, pero se comenta que queda pendiente su “replicación”. No se incluye la foto de la Fig. 21, porque no se ha autorizado, pero se puede ver en el estudio de referencia.
7. Semenov, 1957:143. Es uno de los pioneros en la traceología funcional o de uso de objetos de la prehistoria, pero desgraciadamente no se han traducido todas sus publicaciones.
7b. Turner, 1992:97. Comenta de otros investigadores que sugieren el uso de cuerdas en la lapidaria de Mesoamérica (Lothrop 1955 y por los Mayas (Prouskouriakov 1974)
8. Melgar y Solís, 2005:1.
9. Gazzola, 2007:58. Judie Gazzola informó (comunicación personal de 2008) que no hizo pruebas experimentales de su propuesta general de cortes de rocas de La Ventilla. Como indicios del uso de fibras menciona básicamente dos (Gazzola, 2007:60, Figs. 5 y 6): a) La forma convexa del talón del corte no se puede hacer con una roca recta (hemos logrado ese tipo de cortes con raspadores de roca y arrastradores de abrasivos sólidos y rectos), y; b) Objetos y desechos fueron analizados con microscopio electrónico de barrido y se observaron huellas dejadas por probables fibras (las fibras vegetales no cortan las rocas y las microhuellas dejadas en las superficies de los cortes son de los abrasivos usados y no de las herramientas usadas para arrastrarlos).
10. Langenscheidt, 2007:184 y 202.
10b. Cooper 2007:1 y Hsiao-Hung, et al, 2007:1. A la letra se comenta (en el idiona original): "Hung says experimental archaeological research has shown eight hours of sawing jade using a stone knife and sand creates a groove only 11 millimetres deep...And one hour of drilling using a hollow bamboo with sand and water cuts only 10 millimetres below the surface".
10c. Sun, 2004:34. Se dice: "During the process of sawing, the ring was presumably secured in a wooden anvil. The craftsmen first made a short linear groove, using a fine sandstone saw (Figure 14). After sawing half through, the ring was turned over and sawn from opposite side."
10d. Suasnávar 1993:348, Fig.2. Incluye dos dibujos de la vista lateral con la muestra de un corte de fondo recto y delgado en un bloque de piedra verde.
11. En ciencia aplicada y en tecnología, la práctica es el campo de prueba de toda teoría y la experimentación puede ayudar a evaluar y probar las propuestas y a apreciar mejor los procesos involucrados y las propias obras lapidarias antiguas. Tecnológicamente, no es suficiente con plantear una propuesta hipotética de procedimiento general de corte, se puede y debe probar y mostrar, al menos, que puede funcionar en la realidad. Si no se prueba una propuesta tecnológica, sólo queda como una ocurrencia, elucubración o un planteamiento teórico. En ocasiones, la evidencia mencionada en la literatura es sólo la repetición de una propuesta planteada por otro investigador, un resultado de análisis deductivo o la referencia a una práctica general etnológica perdida.
12. Langenscheidt, 2007:191-196. Como abrasivos menciona y comenta: diamante, corindón, topacio, granates, esmeril, cuarzo cristalino, pedernales, calcedonia, arenas negras, tierra diamantácea y hematita, pero no se muestran resultados de su uso experimental.
13. En sedimentología, se consideran arenas las rocas de malla 10 - 230 o de 2 – 0.062 mm), el lodo (limo y arcilla) arriba de 230 o menos de 0.062 mm (Boogs 2004:53, Tabla 3.1). Se consideran sedimentos de arcilla (clay) cuando son menores a 0.004 mm (Poppe Et al, 2003:1, Fig. 9) y hasta 0.001 mm. Arenas de cuarzo han sido rescatadas en exploraciones y mencionadas por varios investigadores.
14. En la Casa del Arte (Av. Independencia 101C, Col. Centro.) de la Ciudad de México, se pudo adquirir arena de cuarzo al menudeo. Los proveedores de abrasivos venden granos de cuarzo en sacos de 50 Kg. Para los experimentos con granos finos de cuarzo sólo se requirieron unas decenas de gramos.
15. Fue necesario pegar la arena en una lámina porta-objeto de vidrio. Para hacer análisis de rocas con esta técnica microscópica polarizada se tienen que cortar muestras de 30 micrones (0.003 mm) de grueso. Vistas al microscopio los microcristales de la mayoría de las rocas son coloridos.
16. En mineralogía la tenacidad es la resistencia que opone un mineral a ser roto, molido, doblado, desgarrado o suprimido, siendo una medida de su cohesión. En la microabrasión, las esquinas o bordes de la roca a cortar o los cristales aglutinados en ella con menor dureza y tenacidad se pueden desprender con menor dificultad al ser golpeados o presionados con los abrasivos.
17. Las imágenes de las microhuellas se pueden obtener con un microscopio electrónico de barrido (MEB), pero no se ha encontrado disponible para estos primeros experimentos, ni se han publicado fotomicrografías que muestren con claridad las macrohuellas de los perfiles y las microhuellas de superficies de cortes antiguos de las rocas rescatadas en exploraciones arqueológicas, como para ser usadas de referencia comparativa en los experimentos de cortes con abrasivos. Tampoco se han encontrado microhuellas de cortes experimentales de rocas. No se han podido examinar muchos cortes de rocas trabajadas antiguas recuperadas, aunque se han publicado algunas cortadas como una de jadeita (Taube et al, 2005:Fig.18) y otra verde (Suasnávar 1993:348, Fig.2.). Una placa de ecologita con granate que se pudo usar como sierra para cortar jadeita (Taube et al, 2005:Fig.38).
18. Aguilar et al, 2007:3.
19. En varios experimentos de corte se usó el mármol, para mantener alguna comparación en el material lítico usado y porque se encontró disponible en fragmentos de desperdicio de reparación de pisos del Centro de Investigación en Computación del Instituto Politécnico Nacional. El mármol usado es similar al de las lozas del piso del Metro de la Ciudad de México. Como no es duro se desgasta hasta con la abrasión de los zapatos de los millones de usuarios.
20. En el informe de un estudio (Otero, sin año:28) se informa que “Las fibras del henequén se componen de hebras de 60-160 cm de largo por 1/8 a 1/2 mm de diámetro, angulares o casi cilíndricas y más gruesas en la base. Cada hebra consiste en un haz fibrovascular o comúnmente de dos haces los que a su vez están compuestos de infinidad de células largas de tabiques gruesos (o hebras), que……presentan una longitud de 2-5 mm y de 10-30 micrones de diámetro.”
21. Emiliano Melgar Tizoc informó (comunicación personal 2008) que en sus experimentos de corte de rocas el cordel de fibra se rompe en unos minutos.
22. Las fibras no cortan la roca, pero pueden arrastrar los granos del abrasivo que son los que cortan la roca, como sucede con el agua de los ríos que arrastran la arena que es la que alisa y redondea las rocas. Las fibras vegetales se hinchan y endurecen un poco con el agua, lo que mejora su función arrastradota de arenas.
23. En un artículo del taller lapidario de La Ventilla (Gazzola 2007: 62, Fig.6) se muestra la vista de MEB del corte delgado de un fragmento de núcleo de piedra verde con la presencia de un talón central con el fondo del corte agudo y con profundidad de cerca de 1 cm. Fue posible examinar visualmente otros cortes delgados de dos fragmentos de rocas de ese mismo sitio (claves 23700 y EAT64A), de 1-2 mm de ancho máximo con el fondo de las ranuras en “V”, pero no se incluyen sus fotos en este documento, porque no se ha autorizado su publicación. Otros cortes delgados similares se muestran dos piezas de jadeita del Valle de Motagua, Guatemala (Rochette, 2006:1, Figs. 21 y 22), pero en este caso el corte atraviesa casi completamente las piezas.
24. Aun ahora, hay en el mercado cuerdas de violín de tripas recubiertas de aluminio para que duren más. Las fibras más delgadas eran del arco que se hacían de cerdas de animales como del crin de caballo. También se pueden usar cuerdas de fibras de pelos de varios animales.
24b. Velázquez, 2005c.
24c. Velázquez, 2005b.
24d. El Biólogo Miguel Angel Rivas comentó (2008) que si se frota con la mano las piel de un tiburón de la cola hacia la cabeza sangra las manos. Parece que eso se origina en que la piel del tiburón tiene escamas placoideas de puntas afiladas que se conocen también como dientes dérmicos o dentículos.
25. Es el mejor material usado para las lengüetas de instrumentos musicales de viento occidentales.
26. Dispongo de algunos carrizos largos, viejos y secos provenientes del estado de Morelos, porque los he usado para hacer flautas y otros resonadores tubulares.
26b Sahagún 1997:125 y 915.
26c. Niederberger 1976.
27. Algunos investigadores comentan que a los maestros antiguos no les importaba el tiempo de trabajo lapidario, pero los cortes en ambos lados de algunas rocas trabajadas indican que no querían hacer cortes tardados a través de toda la pieza, ya que consumen mas tiempo, porque el ancho del corte aumenta al tener que aserrar con mayor profundidad las ranuras.
28. El carrizo gigante Arundo donax es tan abundante que algunos, que ya no lo aprecian y no saben aprovecharlo, hasta lo consideran una plaga en zonas áridas como en el norte y noreste de México (Contreras-Arquieta 2008). En las riveras del Lago de Texcoco y de ríos de toda la Cuenca de México debió ser abundante.
29. Un artesano de canastas y cestos, hechos de varitas de carrizo, es Josafá López Dorantes. Aun se venden canastas en algunos mercados de artesanías.
30. Gobierno de Hidalgo 2008: 8-11. Es más fácil cortar tiras de carrizo verde y dejarlas secar. Ahora, las tiras se cortan fácilmente con una navaja o un cuchillo delgado de fierro o acero.
31. Ya se probaron varias técnicas efectivas de corte lapidario con otros materiales de la naturaleza, que se comentan mas adelante para hacer modelos de resonadores líticos. También se han usado técnicas contemporáneas y antiguas de corte fino publicadas (Sinkankas 1962:15-36).
32. La cola aun es usada por carpinteros para pegar madera y por los pintores para mezclarla con yeso como aglutinante del fondo blanco de las pinturas. Esa mezcla también se usa como fondo o base de muebles pintados.
33. El tallo de otate es de un bastón adquirido en el mercado Sonora de la Ciudad de México. Proviene de Guerrero, aunque se registra en varias zonas. Desgraciadamente, no se han encontrado estudios a fondo de los tallos de otate y carrizo mexicanos.
34. En las fotomicrografías se observan con claridad los haces vasculares o hacecillos: XILEMA: tejido leñoso que conduce líquidos (agua y minerales del suelo) en las plantas vasculares, transporta savia bruta de raíz a hojas. FLOEMA: tejido especializado que conduce savia elaborada de las hojas al resto de la planta. También sostienen a la planta. El misterio del transporte de los líquidos contra la fuerza de gravedad se empieza a estudiar con la llamada bomba de sodio-potasio.
35. “Astillas de bambú y las mitades planas de moluscos bivalvos fueron a menudo empleadas como sierras por pueblos del Asia suroriental y Oceanía.” (Semenov 1957:143). La ultraestructura del bambú se ha estudiado con microscopio electrónico en Costa Rica (Montiel et al, 2006:21-27) y en otros países. Presenta tallos de 10-20 m de alto y de 6-10 cmm de grosor y dicen que se ha encontrado nativa. En su Fig. 4 (P. 26) se muestran las fotomicrografías de la estructura fibrosa de la rama de G. amplexifolia, con su sección floemática y los vasos del xilema. En un documento electrónico (Londoño et al 2006:65) informan que se encuentra desde el centro de México hasta el norte de Argentina y que fue Humboldt la describió como Bambusa Guadua en 1806.
35b. Jardín Botánico Francisco Javier Clavijero, sin año.
35c. Trazalogía (o traceología).( http://es.wikipedia.org/wiki/Trazalog%C3%ADa). En la Referencia 1 se comenta: “El lustre del cereal es un desgaste intenso producido por las partículas minerales contenidas en el tallo de las gramíneas. Estas partículas llamadas técnicamente fitolitos, dejan el filo de una lasca o de una hoja lítica completamente redondeada y brillante, con un desgaste fácilmente reconocible a ojo desnudo y que es conocido desde el siglo XIX: Evans, John (1972) The ancient stone implements, weapons and ornaments of Great Britain. Longsman, Green Reader and Dyer, Londres”.
36. Cuchillos de madera experimentales se pueden afilar a partir de abatelenguas de madera disponibles en el comercio, ya que unas miden 14.5 cm de largo, 1.7 cm de alto y 2 mm de ancho. Tiras similares también se pueden hacer en maderas duras de mayor durabilidad, pero su construcción es más tardada.
36b. Los desgrasantes ayudan a disminuir la reducción de la pasta durante el secado y, por lo tanto, minimiza las cuarteaduras y sirve como una especie de estructura para mantener la forma de las piezas durante el horneado, ya que las microrocas aglutinadoras de la arcilla se funden. En las muelas abrasivas actuales el aglutinante del abrasivo industrial (como el carburo de silicio y el oxido de aluminio) puede ser arena muy fina de sílice, pero se funde y vitrifica a alta temperatura (alrededor de 1200 ºC).
37. Velázquez, 2004-a, 2004-b y 2004-c
38. Velázquez, 2005
39. En barro se pueden moldear hasta “malacates” esgrafiadoras/cortadoras y “brocas” perforadoras, además de sierras, alisadores y lijadores planos.
39b. Morales, 2006:75
40. Rocas verdes como la jadeita se han rescatado en diversos sitios arqueológicos. La jadeita no se puede cortar fácilmente con cuarzo y otros abrasivos de dureza similar, pero hay arenas naturales de dureza mayor.
41. Con el abrasivo duro industrial (SiC) se pudieron lograr cortes delgados en rocas de dureza media similar a la jadeita como la crisoprasa, pero el proceso es lento, aun usando arrastradores de abrasivos de láminas metálicas como de cobre, aunque dicen que no pudieron ser usados en épocas tempranas.
42. Se pueden aplanar y pulir navajas de obsidiana de menos de 1 mm de grueso y de varios centímetros de largo y alto, a partir de lascas delgadas, como las proporcionadas por los artesanos Sebastián Martínez y Oscar Espinosa del taller de “Artesanías El Sol” de Teotihuacan. Ahora, la obsidiana se usa en cirugía de corazón abierto, por su corte más fino que el del bisturí común de acero y por su cicatrización más rápida.
42b. Se examinó un fragmento de roca dura (de 5.5 cm de largo y menos de 1 cm de gruesa) con dos bordes afilados en dos lados opuestos, encontrada en superficie como a 100 km al norte de la Ciudad de San Luis Potosí. Es probable que no se haya usado para cortar rocas, porque sus filos no son rectos. Su punta redondeada indica que se pudo usar para cortar algún material mas blando como carne o cuero, aunque tiene fibras delgadas en su superficie. Se podrían analizar sus microhuellas de uso y experimentar cortes y raspados usando rocas similares, pero eso es materia de otro estudio especial.
43. Se deberían analizar todos los materiales recuperados en los talleres lapidarios, como otras rocas en proceso de corte y las arenas encontradas, para ver sus huellas de corte y uso, así como restos de otros materiales que se pudieron usar, como las partículas de abrasivos, rocas cortadas y restos mineralizados de vegetales como fitolitos (sugerencia de Oscar Polaco). Como las exploraciones arqueológicas y su difusión se centran en los monumentos, normalmente, las tierras y los sedimentos no son muy analizados ni se publican con mucha profundidad y amplitud.
44. Se han descrito como 300 especies de agaves, pero se han reconocido cerca de 200. Desgraciadamente, tampoco se han encontrado estudios formales y a fondo de las fibras duras de los agaves mexicanos.
45. Los métodos para tallar e hilar la fibra se describe en estudios de la lechuguilla (Mallorga et al, 2004: 221) y del henequén (Tamayo, 1994), pero la industrialización de las fibras vegetales, ahora, en México es materia de la arqueología industrial según Martha Luque González (comunicación personal de 2008), asesora de Propiedad Intelectual del I.P.N. Desde 1997, casi toda la fibra de henequén que se consume desde hace veinte años se importa y la exportada es casi nula.
46. Otero, sin año:39. Desgraciadamente, las fibras duras de los agaves mexicanos tampoco se han estudiado a fondo en cuanto a sus propiedades físicas y químicas y, menos, sobre su capacidad para arrastrar abrasivos. Ya han hecho experimentos para obtener fibras de yucca o Agave americana con la ayuda de rocas (Storm, 2008:1). El procedimiento de despulpado, usando herramientas de madera, de las hojas del sisal del henequén se ha mostrado claramente con fotos en la web (http://www.herbvideos.com/rope.htm)
47. El fragmento de cerámica proviene de superficie del jardín de las personas de la tercera edad del ISSTE de Texcoco, que tiene un montículo prehispánico. Aun a simple vista se observan con claridad los granos de la arena, aglutinados en el interior del fragmento.
48. Velázquez, 2007.
49. Ni siquiera los propios investigadores del INAH pueden consultar en su sistema exclusivo de la red mundial la base de datos del inventario oficial de bienes arqueológicos, porque aun no se encuentra en operación. Las limitantes para conocer los bienes antiguos rescatados y registrados hasta contravienen los ordenamientos legales para difundir el patrimonio cultural del México Antiguo y limitan las tareas de investigación.
50. Por ejemplo, algunos investigadores dicen que las perforaciones se hacían manualmente (Gazzola, 2007:60) pero otros proponen que cerca de 150,000 artefactos multiperforados de ilmenita de San Lorenzo se usaron como soporte de arco perforador de rocas, pero no se proporcionan evidencias experimentales que apoyen esa propuesta de uso (Cyphers y di Castro, 1996:160) ni se han estudiado con profundidad, a pesar de su importancia, estructura y singularidad de su material lítico.
51. Sahagún, 1956:524, Libro IX, Cap. III, 1 y 2. “Los oficiales que labraban las piedras preciosas….sus padres, sus abuelos eran cuatro. Eran considerados como dioses”.
52. Se han encontrado varios generadores de ruido bucales de roca que no se habían identificado y hay varios cientos de ellos que fueron hechos de roca de ilmenita o nelsonita (similares a los olmecas de San Lorenzo) en una colección privada (115 P.F., Piezas 905 y 906) que ni siquiera se han reconocido como bienes arqueológicos registrables. Hay miles de ellos en museos como el de sitio de San Lorenzo y otros en el Museo Nacional de Antropología que ni siquiera se pudieron encontrar en la base de datos del inventario oficial, a pesar de su singularidad e importancia lapidaria-sonora.
53. Los experimentos se realizaron con los recursos personales limitados. No recibo ingresos para y por estos trabajos independientes y no dispongo de grandes recursos ni tiempo suficiente para realizar estudios de gran profundidad o amplitud. Por ello, los gastos y análisis se han reducido a lo mínimo necesario. Tampoco he tenido permiso para analizar con profundidad rocas rescatadas con cortes antiguos ni los materiales asociados, y no he visto mucho interés en el análisis detallado de las rocas cortadas que se han encontrado en talleres lapidarios antiguos. Hasta que se publiquen, se podrán conocer todas las rocas cortadas rescatadas y sus análisis o características. Eso es difícil, porque no es frecuente que se publiquen todas las piezas con sus características físicas detalladas encontradas en las exploraciones de sitios arqueológicos y, menos, los fragmentos y desechos de los cortes lapidarios.
54. Las fotomicrografías se tomaron con el microscopio bifocal y las de los granos de los abrasivos con uno polarizado, pero usado con luz no polarizada posterior. Se usaron los microscopios para mostrar imágenes amplificadas de los detalles de los cortes y materiales usados, ya que el poder de resolución del ojo humano es de 0.2 mm.
55. Se va a tratar de obtener ayuda de especialistas en análisis de fibras vegetales y zoológicas, para examinar con mayor detalle las posibles causas de su eficacia como arrastradores de arenas abrasivas y ver si existen estudios formales de ellas u otros materiales abrasivos de la naturaleza, pero eso no es sencillo, porque tampoco se han incluido en los programas de investigación institucionales.
56. Jean-Loup Ringot, especialista en sistemas educativos y pedagógicos de la prehistoria, opina que como los resultados de los trabajos son originales en el campo de la lapidaria antigua se pueden presentar en un foro europeo de arqueología experimental (http://www.exar.org), pero además de la falta de fondos no amerita viajar más de 20,000 km para presentar el material en 20 minutos. En una conferencia, el esgrafiado en rocas blandas o medio blandas es la tecnología probada que se puede mostrar completa en vivo o en videos, porque otros procesos de corte duran más tiempo. Sin embargo, Juan-Lobo planea presentar un poster sobre los cortes de rocas en ese foro.
57. Ian Mursell sugiere que un resumen del documento se podría poner en su sistema educativo (http://www.mexicolore.co.uk/), para una audiencia joven de habla inglesa.
58. Estos ejemplos se consideran importantes, porque hay bienes lapidarios antiguos que no tienen datos de su origen, como los recolectados en superficie sin contexto arqueológico y los de colecciones privadas, saqueos y decomisos. Análisis similares puede ayudar en tareas de autentificación de piezas lapidarias antiguas y contemporáneas. Hasta el examen de la piezas lapidarias llamdas "apócrifas" puede servir para identificar el tipo de ranuras producidas por las herramientas actuales, debido a que las herramientas manuales ya no se usan ni por los que elaboran copias.
59. British Museum 2008. Incluyen fotomicrografías. Sobre los canales cortados comentan: “In the SEM image of a mould taken from the teeth of the British Museum skull, the curvature along the end of the mouth indicates that, before the skull was polished, this narrow feature was cut using a wheel. The teeth were worked in two stages: the curvature along the upper narrow cut (on the mould) shows that, after polishing, a cutting wheel was again used to emphasize and deepen the existing shallow features in the skull.” Hay otros documentos relacionados (como uno de Sax et al 2008). En el Museo Británico y otros museos hay diversos objetos antiguos con mosaicos de rocas pequeñas verdes y azules como la turquesa, pero no se conocen estudios de los cortes finos que pudieron ser realizados para obtenerlos. Hay otros trabajos lapidarios antiguos de mosaicos finos que deberían ser analizados como los de algunos espejos. Emiliano Gallaga Murrieta, Director del Centro INAH, Chiapas, informó que están trabajando en un proyecto de arqueología experimental para la recreación de la manufactura de un espejo elaborado con mosaico de plaquitas de pirita de hasta 0.3 mm de grueso.

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