Generador de ruido bucal de roca de La Cruz


Figura 1. Foto del "Objeto k".

Roberto Velázquez Cabrera
Instituto Virtual de Investigación Tlapitzcalzin

(Borrador consultivo en proceso de afinación)
Primera versión, 2 de noviembre de 2007 (día de muertos). Ultima versión, 27 de noviembre de 2007.

Introducción y antecedentes.

El objeto de este documento es dar a conocer los primeros análisis de un extraordinario generador de ruido bucal de roca gris antiguo (Fig. 1) que ya se había comentado brevemente en el documento de hipertexto de avances del estudio del Silbato de la Muerte del Mazatepetl y en algunas conferencias recientes. Gregory Pereira, nos informó del "Objeto k" de la Fig. 1 incluido en la tesis profesional de arqueología de Fernando González Zozaya (1) sobre "Muerte y ritualidad funeraria en entierros y ofrendas. El caso del Barrio de la Cruz, San Juan del Río, Querétaro". Pereira encontró otro "Objeto 2" (2) que pertenece a esta singular subfamilia de sonadores bucales líticos1. Por la importancia del objeto perforado de roca, se recomendó examinarlo para verificar si podía producir sonidos, ya que en el dibujo (proporcionado por González) que muestra de frente la ranura de caos, las salidas de los dos hoyos sonoros no se ven alineadas en el eje central perpendicular a la ranura, condición necesaria para poder producir sonidos fuertes en este diseño antiguo. González nos autorizó a publicar el material publicado del descubrimiento y sugirió que se estableciera comunicación directa con el director de su tesis, Juan Carlos Saint-Charles, lo que ya se hizo. Aprovechando el viaje a Querétaro, para atender una invitación para impartir una conferencia sobre el "Silbato de la Muerte" en el Seminario-Curso de "Vida Y Muerte", celebrado en el Museo Regional de Querétaro, gracias a la anuencia y ayuda2 de Saint-Charles se pudo analizar directamente el "Objeto k".

Como ya se dieron a conocer los antecedentes y propiedades de estos singulares y no muy conocidos generadores de ruido líticos mexicanos (3, 4, 5 y 6), a continuación se proporciona la información y datos particulares asociados encontrados de la pieza examinada, con contenido y formato de una monografía mínima que debería tener cualquier sonador antiguo rescatado como uno de este tipo (Totó ngi’wa), que fue analizado y dado a conocer recientemente en la red mundial. El documento es corto, para facilitar su escritura y lectura. El texto es en html para minimizar su almacenamiento y tiempo de transmision electrónica en la red mundial.

Información y datos relevantes.

Pieza: Designada en la tesis de Gonzáles (2) como "Objeto k" (Fig. 1). Cat. BC 99 31-35-16? (BC es barrio de la Cruz y 99 es 1999, pero ya no se ve bien la clave asignada). Fue analizada directamente el 24 de octubre de 2007 en la oficina de Saint-Charles del Centro IHAH Querétaro. Su tipología no se ha incluido en los sistemas de clasificación de objetos arqueológicos. Funcionalmente, pertenece a la familia de los generadores de ruido antiguos, pero su sistema sonoro opera acoplado con la boca y fue tallado en roca.

Proyecto: Pertenece al acervo de bienes rescatados en el Proyecto Arqueológico del Cerro y Barrio de la Cruz, Querétaro.

Localización actual de la pieza: Acervo de piezas rescatadas del proyecto.

Origen general : La exploración es de un rescate arqueológico de noviembre-diciembre de 1999 en el Barrio de la Cruz, al sur de San Juan del Río, en la esquina de las calles de Chabacano y Olivos (vista aérea del BC). El basamento piramidal cercano esta emplazado al este en un cerro natural rodeado de acantilados de pequeña altura (20 metros aproximadamente sobre el nivel del valle). El Cerro forma parte del borde norteño de la región de las estribaciones septentrionales del sistema Novolcánico Transversal, que atraviesa el sur del estado de Querétaro. El sitio arqueológico esta delimitado por el río de San Juan, hacia el poniente se encuentra el Cerro de la Venta, y en su extremo norte el cerro está limitado por la autopista México-Querétaro. San Juan del Río se localiza a 51 Km de la Capital del Estado 20º 23' 19.83" de latitud norte y a 99º 59' 46.71" de longitud oeste. El sitio arqueológico se encuentra ubicado en el Valle de San Juan del Río hacia el sur de la ciudad, a 1930 msnm.

Información disponible del sitio: Hay dos informes técnicos de las exploraciones arqueológicas del sitio (7 y 8) y publicaciones desde que se descubrió en 1971 hasta recientemente (9). El informe técnico del rescate del Barrio de la Cruz de 1999 está en proceso de integración. Gonzáles proporcionó una lista de referencias adicionales (10, 11, 12, 13, 14 y 15), pero no se han consultado.

Procedencia: Procede de cribas de remoción de zanjas de la ofrenda 3 (9) que es la más dañada. En las cribas también se rescataron restos de huesos humanos. Junto a la ofrenda 3, compuesta de seis vasijas, se encontraron dos entierros, uno de una mujer y otro de un hombre, ubicados a distancias cercanas entre ellos y la ofrenda 3 (a 3-5 m de distancia). Se encontraron bajo una edificación del Barrio de la Cruz, misma que se considera de una fase remota.

Temporalidad: Gonzáles comentó (comunicación personal del 19 de abril de 2007) que el contexto funerario está ubicado entre el 700 d.C. y el 900 d.C. (epiclásico) pero como hay objetos de rellenos y espacios reocupados, los objetos antiguos encontrados cubren una fase de un rango mayor (500 d.C. – 1500 d.C.). Como el "Objeto k" no se pudo contextualizar bien puede estar ubicado en un rango temporal aún mayor. Se supone que el material cribado (que incluye otros objetos como cuentas manufacturadas en concha) puede estar asociado al contexto funerario, pero es imposible comprobarlo bien espacialmente, ya que el material encontrado fue descontextualizado por las zanjas, los rellenos y los espacios reusados. Los materiales cerámicos asociados a los entierros son ubicados en las fases Prado y Corral (700-800 y 800-900 d.C., respectivamente) de Tula.

Cultura: Según González, no se puede establecer la correspondencia cultural. El contexto estratigráfico fue modificado substancialmente además de existir reocupaciones en el Cerro de la Cruz desde el 500 a.C. con Chupícuaro, después con la tradición cultural procedente de la Cuenca de México (Cuicuilco IV), posteriormente en el epiclásico ubicando materiales arqueológicos relacionados con los inicios de Tula (fase de Prado y Corral) hasta tradiciones del posclásico (mexica).

Material: Fue tallado en un fragmento de roca volcánica. La roca es de color gris café que varía (HUEY Gray 10YR 5/2 grayish brown, del "Munsell Soil Color Chart"). El tipo de piedra aún no se determina. Es de estructura granular fino y de cierta dureza.

Decoración y superficie: Su exterior se decoró con una forma zoomorfa alargada que no en sencilla de identificar bien, aunque se asemeja un poco a la cabeza de pez, anfibio, reptil, conejo o roedor. Sus ojos fueron hechos con una perforación bicónica, misma que pudo servir para cuerda de suspensión.

Dimensiones y morfología (milímetros): generales máximas: Largo 37, ancho 20 y grueso 15. La morfología de la roca se muestra con claridad en el dibujo (de González). El largo del frente de la ranura 37. Ancho máximo de la ranura en el frente 7. Diámetro exterior de los hoyos sonoros cónicos 6. Diámetro interior de los hoyos sonoros 3. Distancia del frente al centro de los hoyos sonoros 6. En la foto que muestra el mecanismo sonoro se observa que los hoyos sonoros no están alineados en el eje perpendicular a la ranura. Diámetro menor del hoyo de suspensión (de los ojos) 1-1.5. Las fotos de la pieza se tomaron con una cámara digital usando la luz del sol de mediodía.

Construcción original: Se desconoce. Sin embargo, el examen de las superficies trabajadas en la pieza de roca puede dar indicios sobre su posible construcción antigua. En la foto amplificada de un hoyo sonoro se puede observar que su diámetro interior y las paredes cónicas cortadas no son regulares, lo que sucede cuando se usan herramientas de corte manuales. También se notan las huellas o canales de los cortes de una herramienta circular y/o abrasivos utilizados. En la foto del frente de la ranura se observa la forma y las superficies dejadas por la herramienta de corte y en la foto de un detalle del interior del hoyo de la ranura se ve con claridad las despostilladuras internas, resultantes de la perforación de un hoyo sonoro. Eso indica que la perforación del hoyo sonoro se realizó después de cortar la ranura. La decoración zoomorfa es burda y fue tallada adaptadando la figura a la forma del fragmento de roca original, redondeando las esquinas y dejando algunas despostilladuras como las que se muestran en la Fig.1.

Modelos similares (como una copia experimental de mármol del Objeto 2 de Huajuapan, Oaxaca) se pueden hacer con herramientas de corte y abrasivos modernos en menos de una hora. Usando herramientas manuales y agua como refrigerante, se pueden cortar y perforar con arena o puntas de rocas más duras que la que se va a cortar. Por ejemplo, con cuarzo se pueden perforar la mayoría de las rocas que son de dureza menos a 7 (en la escala de Mohs). Con obsidiana se pueden cortar y perforar rocas de dureza menor a 5 como el mármol, la serpentina, el ónice, la calcita, etc. El procedimiento de construcción general de este tipo de artefactos sonoros ya se ha experimentado, pero un examen microscópico de las superficies de la ranura y perforaciones pudiera dar pistas sobre los materiales usados.

Operación: Se opera dentro de la boca, en forma similar a los generadores de ruido bucales de materiales líticos, como se muestra en la Fig. 7. Se requirieron de varios intentos para generar los sonidos, pero puede funcionar bien y se puede excitar por los dos hoyos sonoros. Los componentes de frecuencias producidos pueden variar si se cambia el ángulo de inclinación del sonador o si se forma un resonador con las manos alrededor de la boca y pueden ser más complejos si se excita con vocalizaciones.

Grabación digital. Con una computadora y un micrófono se grabaron dos archivos de sonidos cortos (wav).

Componentes espectrales de sonidos grabados: Se muestran en un espectrograma obtenido con el programa Gram de Richard Horne. Las frecuencias fuertes de la cresta fundamental se generan entre una F0 de 3,500 a 6,700 Hz, lo que origina su impacto sonoro. La señal es aguda, la cresta de frecuencias fundamentales es fuerte y parece un silbido (por la poca distancia entre los hoyos sonoros), pero tiene componentes de ruido en todo el espectro audible. Los sonidos grabados tienen un poco de ruido adicional del ambiente, pero son adecuados para un primer análisis.

Presión sonora 110 dB, medida con un sonómetro a un metro y 0 grados)

Máxima potencia acústica radiada equivalente 1.26 Watts. Esta potencia es más alta que la de otros sonadores de piedra de esta tipología. Es conveniente repetir el registro de su presión sonora, para verificar su potencia estimada. Se estimó con las ecuaciones 1 y 2, expresadas en formato de MS Excel:
I = + (10 ^-12) * 10 ^ (dB/10)           (1)
W = 4 * PI() * I                                 (2)
Dónde,
I = intensidad del sonido (W/m2)
dB = intensidad de la presión sonora
PI = 3.1416....
W = potencia acústica radiada (Watts)

Dinámica de las ondas turbulentas del ruido: Se hicieron experimentos para mostran la dinámica del aire en el mecanismo sonoro de los generadores de ruido, que no era conocida. En el interior del mecanismo aparece una explosión turbulenta muy compleja, que no se ha podido simular con modelos matemáticos en computadoreas digitales. Ya de pueden ver las fotos de un video que muestra los resultados de un experimento de visualización de dinámica de fluidos usando un modelo transparente, una bomba de fuelle (que se usa para inflar lanchas de goma) y polvo de talco.

Usos originales: Se desconocen. No es un instrumento musical, porque los sonidos que genera no son musicales, en el sentido occidental o melódico. Su uso sonoro pudo ser de tipo onomatopéyico, para simular sonidos o voces de animales y de fenómenos de la naturaleza como los del viento, con varios propósitos. Pueden producir señales para comunicaciones, pero no a distancias largas. Falta analizar los sonidos de los animales de la zona, para ver posibles similitudes con los del generador de ruido bucal. Se sabe que en el pasado había rituales para cacerías y que usaban voces para llamar animales. Aún ahora se usan sonadores para llamar animales en cacerías y para controlarlos a distancia como los utilizados con los perros pastores que tienen un diseño sonoro similar. Lo más notorio y relevante de la morfología de la pieza de roca es su decoración zoomorfa, lo que apoya la idea de que los sonidos pudieron ser de tipo onomatopéyico. Las altas frecuencias (F0) de los sonidos producidos los hace adecuados para ser usados para llamar o controlar animales a distancias considerables. Es conveniente señalar que la morfología del mecanismo sonoro de estos generadores de ruido bucales es igual al corazón sonoro de los llamados silbatos de la muerte (generadores de ruido con aeroducto tubular) que ya se han asociado (iconográficamente y arqueológicamente) con ceremonias o rituales de la muerte/sacrificios y que pueden producir sonidos similares. Por ello, el objeto "k"¨se pudo usar en las ceremonias mortuorias de los entierros, pero no hay evidencia arqueológica asociada que permita confirmarlo, aunque se considera un objeto de la ofrenda 3.

Conclusiones: Se probó que el objeto "k" puede producir los sonidos con ruido de los extraordinarios generadores de ruido bucales del México Antiguo, pero con sus características propias. El caso es importante porque confirma y amplia temporalmente, culturalmente y geográficamente su uso en el pasado remoto y, en particular, los que fueron construidos en materiales líticos y los que se asocian a entierros y ofrendas. Es importante dar a conocer los generadores de ruido líticos mexicanos, que han sido identificados/analizados por el autor, porque no se habían reconocido en los proyectos arqueológicos3.

Recomendaciones

  1. Determinar el tipo de piedra y tomar fotos de otras vistas de la pieza examinada.
  2. Analizar microscópicamente sus superficies, para saber algo más de su posible construcción.
  3. Hacer experimentos, para generar otros tipos de sonidos y para conocer su alcance en distancia.
  4. Analizar sonidos de los animales de la zona, para ver si hay similitudes con los que genera el "Objeto k".
  5. Analizar y dar a conocer los estudios de los demás generadores de ruido del México Antiguo que se han recuperado.
  6. Los resultados del estudio pueden apoyar la integración del informe técnico del rescate del Barrio de la Cruz de 1999, en lo referente a los objetos rescatados de la ofrenda 3
  7. Dar a conocer este descubrimiento en la comunidad de la arqueología, con objeto de ayudar a que se localicen otros objetos sonoros similares rescatados.
Agradecimientos: Se agradece a González y Saint-Charles, por la información y datos proporcionados sobre el sitio del descubrimiento y su contexto, así como por su anuencia para examinar y dar a conocer los avances del estudio de la roca sonadora. Pereyra nos informó del dibujo incluido en la tesis de González. Elizabeth Hernández Sánchez prestó su Notebook para grabar los sonidos y ayudó a estimar el color de la roca. Jesús Mora y Antonio Porcayo proporcionaron comentarios que permitieron mejorar el documento. Andrea Guía opinó sobre la decoración zoomofa de la pieza. Oscar Polaco opinó sobre la forma zoomorfa de la pieza y sus sonidos.

Investigaciones adicionales: Se encontró que el primer investigador que dio a conocer un dibujo de un "silbato bucal de piedra" (proveniente de Cutá Guerrero), fue el ingeniero José Luis Franco, en una entrevista que le hizo Marcela del Río en 1962 (17) y que fue localizada en la Hemeroteca Nacional de la UNAM. Esa entrevista es relevante, porque es el único escrito publicado en español que incluye algo de las investigaciones pioneras que hizo Franco por cerca de diez años sobre las "flautas y silbatos de muelle de aire" (unas de las designaciones que él aplicaba a los generadores de ruido mexicanos).

Notas

  1. El "Objeto 2" de roca que fue recuperado en una sepultura de un sujeto en el Cerro de las Minas, Huajuapan, Oaxaca, aun no se localiza en las bodegas de resguardo para ser analizado, según comunicación personal de Gonzalo Sánchez.
  2. El caso muestra que es mucho más sencillo realizar estos trabajos de investigación en los centros de provincia que en las ceramotecas y museos de Ciudad de México y en los sitios arqueológicos importantes, dónde exigen trámites burocráticos y se han encontrado resistencias, celos, falta de apertura o interés en estos temas. El problema grave es que esas situaciones y actitudes han dificultado el empezar a lograr los objetos legales de investigación científica y difusión, que fueron establecidos desde 1936 (16), en el caso de los miles de bienes sonoros antiguos que han sido rescatados.
  3. En la arqueología prefieren analizar y difundir los bienes líticos monumentales y los que tienen iconografía significativa o vistosa, pero los sonoros bucales líticos examinados ni siquiera se habían identificado bien. Algunos de ellos se confundieron con cuentas o adornos. Se sabe que en las bodegas de resguardo hay otros generadores de ruido rescatados, pero el público ni siquiera los conoce. La mayor limitante se deriva de que no hay muchos especialistas en estos temas ni proyectos para su estudio, porque el análisis formal y a fondo de los instrumentos musicales o sonadores del México Antiguo no se ha incluido en los programas educativos, de investigación o desarrollo de ninguna institución, desde hace cinco siglos
Bibliografía

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  2. Pereira, Gregory. Trois sépultures Nudée au Cerro de las Minas (Huajuapan, Oaxaca). Apport des observations osteologiques dans letude des pratiques funeraires. TRACE: Travaux et Recherches dans Amériques du Centre. No spécial: Arqueología, México, 1992. 21. pp 56-65.
  3. Velázquez Cabrera, Roberto, Porcayo Michelini, Antonio y Miranda, Pedro. Totó de mármol de San Juan Raya, Puebla. 2004.
  4. Velázquez Cabrera, Roberto. Mexican Noise Generators. Conferencia para la Primera Sesión Sobre Acústica de Instrumentos Sonoros Antiguos. Cancún, México. Diciembre 2002 de la 1ra Reunión Pan-Americana/Ibérica de Acústica, Cancún, 2-6 diciembre 2002.
  5. Velázquez Cabrera, Roberto. Ancient Noise Generators. 4th Symposium of the International Study Group on Music Archaeology at Monastery Michaelstein, 19-26 September 2004. En Hickmann, E, Both A. y Eichman R. Studien zur Musikarchäologie V, Orient-Archäologie 20. Rahden/Westf. PP 255-272.

  6. Velázquez Cabrera, Roberto. Generadores de Ruido Antiguos. Revista electrónica de la Universidad de Guadalajara. Una copia abierta se puede consultar en un servidor de la Universidad Autónoma del Estado de México. (href="http://redalyc.uaemex.mx/redalyc/pdf/730/73000408.pdf)
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  8. Saint-Charles, Juan Carlos. Informe del Cerro de la Cruz, San Juan del Río, Querétaro. Análisis de materiales. Informe Técnico al Consejo de Arqueología No. 21-9. 1991.
  9. Saint-Charles, Juan Carlos, Gonzáles Fernando y Almendros, Laura. Entierros y ofrendas del epiclásico en el barrio de la Cruz, San Juan del Río Querétaro. En Villegas, Molina, Maria Elena. Estudios antropológicos de los pueblos otomíes y chichimecas de Querétaro. Querétaro. 2005.
  10. Saint-Charles, Juan Carlos,  Fernando González, Laura Almendros: "Los entierros y sus ofrendas en el Barrio de la Cruz, un ensayo interpretativo"  Estudios antropológicos de los pueblos otomíes y chichimecas de Querétaro. María Elena Villegas coord. Página 28-44. INAH. México 2005.
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  15. Gonzaléz, Zozaya, Fernando. -Un espacio para la muerte. Arqueología funeraria en San Juan del Río Querétaro.  Dictamen positivo para publicarse, constancia núm. oficio 401.2CCDP/038 del 2 de marzo del 2007. Mtra. Gloria Artis Mercadet. Presidente de la Comisión Central Dictaminadora del INAH.
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  17. Del Río, Marcela. Instrumentos Musicales Prehispánicos. Estrevista a José Luis Franco. Diorama de la Cultura de Excelsior. 14 de octubre de 1962.