Tlemaitl rugidor
Aerófono-sahumador del dios del viento Quetzalcóatl-Ehécatl
Fig. 1. Tlemaitl o sahumador con aerofono de ruido bucal con cabeza de reptil.
Roberto Velázquez Cabrera
Instituto Virtual de Investigación Tlapitzcalzin
Primera versión Mayo 7, 2003. Ultima versión, 10 de agosto de 2003.
Introducción y antecedentes
El objeto de este trabajo es analizar virtualmente, con modelos experimentales, el singular y extraordinario Tlemaitl generador de sonidos de aire, de rugidos o de gemidos que parecen de seres desconocidos, del inframundo o del infierno.
La primera y más detallada información sobre sahumadores (y el dios del aire) fue proporcionada por Leopoldo Batres en su informe sobre los descubrimientos de las exploraciones en las calles de Escalerillas (1), realizadas a principios del siglo pasado. Entre los descubrimientos del día 16 de octubre de 1900 incluye:
"...dos estatuas de piedra (tezontle) representando al dios Ehécatl (dios del aire); miden 0 m 55."
"Tres sahumadores de barro policromos (Figura 1), compuestos de una vasija a manera de cazuela, con perforaciones cruciformes uno, cruciformes y circulares otro, y de diversas figuras el último; el mango de uno de ellos remata por una cabeza de serpiente. En la parte convexa de la vasija los calados y relieves figuran una especie de cara de búho, que en mi concepto es el Tlaloc, mide 0 m 60 de largo y 0 m 222 de diámetro, otro representa un Tlaloc, mide o m 245 de diámetro, y el otro no tiene más que cinco calados cruciformes, y el mango termina en una garra, mide 0 m 67 de largo y 0 m 26 de diámetro. Estas tres piezas son notables. Dos ollas policromas de factura fina (Figura 2), una mide 0 m 25 de alto, figura 1 y la otra 0 m 24, figura 2 (que se muestra en color para mostrar el tipo de decoración de los sahumadores) un sahumador de barro policromo con calados en forma de cruces, diámetro 0 m 23 , longitud, del cabo 0 m 41. Este remata en una cabeza de serpiente con la parte superior retorcida y un pito. Un sahumador de barro, en fragmentos y semejante a los anteriores. En la parte exterior tiene una serie de adornos de relieve de forma circular, diámetro 0 m 24. Otro sahumador de barro en fragmentos, policromo, con calados de forma especial, cruciforme. Otro sahumador de barro, semejante en sus relieves al de forma circular, con calados cruciformes. Otros dos sahumadores de barro, en fragmentos, con calados en forma de cruz, policromo. Lote de veintidós fragmentos de sahumadores, de barro, semejantes a los anteriores. Diez y nueve cabos o mangos de sahumadores, fragmentos grandes"
En cuanto al posible uso de los sahumadores se incluye un pequeño párrafo:
"Los jeroglíficos de los sahumadores policromos, que se descubrieron es ese lugar, unidos a las dos estatuas de Ehécatl que en ellos se encontraron, nos dice que ahí existía el templo del dios del aire y que servían para usarlos en la fiesta de la veneración del fuego sagrado."
En el artículo de Leopoldo Batres (1) se incluyen dos fotos de los sahumadores encontrados en su exploración de las calles de Escalerillas:
Fig. 1. Tres sahumadores de barro policromo.
Fig. 2. Sahumadores enteros y rotos con las ollas y otros artefactos descubiertos.
El informe muestra los datos que usualmente se consideran arqueológicamente: el tipo de objeto, su decoración y las medidas generales. La única información organológica proporcionada es un sahumador tiene un pito. El Museo del Templo Mayor tiene uno de esos, pero fue retirado de su vitrina de exhibición. Parece que el Museo Nacional de Antropología tiene el bodegas el resto de los sahumadores mexicas. En 1910 Alfonzo Peñafiel informó (2):
"En las excavaciones de las Escalerillas se encontraron muchos sahumadores o portafuegos como significa la palabra tlemaitl; hay en el Museo Nacional ocho enteros y muchos fragmentos del quemador y de los mangos. Sólo se han tomado fotografías de dos, uno destinado al culto de Tlaloc, dios de las lluvias, cuya imagen se ve, y otro que representa la cabeza de una lechuza, tal vez perteneciente al culto de Tecatecolotl. Los mangos terminan en lo general en cabezas de serpiente: En el museo hay uno que termina en garra de águila."
En este informe ya no se menciona que algunos sahumadores tienen pitos o silbatos, pero se sabe que el canto de la lechuza y del tecolote podían ser anuncio de la muerte. En el Índice Alfabético de su informe explica lo que es el tlemaitl:
"TLEMAITL. Tetl, fuego; maitl, mano: fuego de manobracerillos que se podían manejar con la mano donde se quemaba en incienso, incensario. Los que se encontraron en las excavaciones de las Escalerillas son los mejores que se conocen. Páginas 2, 11, 12, 23, 24."
Hay varios sahumadores antiguos en otros museos nacionales y del exterior, como uno del Museo de Santo Domingo de la Ciudad de Oaxaca (Figuras 2a y 2b), que parece tenía un aerófono en el interior de boca de la serpiente del extremo del maneral que puede ser un aerófono de aire, pero está roto. Es similar a los sahumadores mexicas encontrados por Batres. Sin embargo, no se ha podido determinar dónde está hecho el hoyo de salida del aire y el sonido del aerófono.
Figs. 2a. Sahumador mexica en exhibición en el Museo de Santo Domingo. Fotos tomadas por Gonzalo Sánchez, quién examinó de cerca el sahumador del museo.
Figs. 2b. Detalle de la cabeza de la serpiente. Se puede ver que la vírgula de la cabeza tenía varios picos.
Hay un sahumador sonoro en el Museo del Templo Mayor pero actualmente su vitrina está vacía.
Como la mayoría de los bienes arqueológicos, los sahumadores han llamado la atención por su forma y terminado. Por ejemplo, en una exposición sobre murales prehispánicos en el Antiguo Colegio de San Idelfonso (3), se incluyeron fotos que muestran detalles de sahumadores mexicas. En una se ve muy bien la decoración inferior del sahumador y los hoyos cruciformes y en otra se muestra la hermosa garra de águila 1.
Se ha comentado que algunos sahumadores eran usados como instrumentos musicales e incensarios en fiestas relacionadas con el fuego, como el que aparece en un texto (4) de Historia de Primaria. Se sabe que las ceremonias relacionadas con la lumbre eran muy importantes, como las del fuego nuevo y los sahumadores se usaban en diversas ceremonias y eventos sociales. Es difícil que ese "instrumento musical" pudiera ser usado en la forma como se muestra en la Figuras 4, ya que lo delgado de su tubo no permite sostener el peso del sahumador cargado con carbón. Si se hace eso con los incensario mexicas antiguos, se puede romper su tubo. Debió ser tocado con mucho cuidado y difícilmente en danzas. Otra posibilidad es que sólo sea una representación.
Algunos investigadores que han tenido acceso a las bodegas del Museo Nacional de Antropología han informado que hay varios sahumadores de barro antiguos con "aerófonos de doble diafragma", como los llamó originalmente José Luis Franco (5). Guillermo Contreras comenta (6) que el sahumador o "Tlemaitl" tiene en el extremo del mango un aerófono de doble diafragma en forma de cabeza de una víbora y su uso era restringido a sacerdotes como los denominados "Tlapoque", los que aparecen en casi todos los códices con sahumadores (Figura 4).
Fig. 4. Tlapoque tocando su Tlemaitl con serpiente. Foto de Guillermo Contreras de la Lámina 26 derecha del Códice Borbónico.
La relación del viento se relaciona con los sahumadores sonoros en otras representaciones. Enrique Florescano, en un artículo reciente sobre "Quetzalcoatl Mexica" (7) incluye una figura pequeña en blanco y negro del sacerdote del dios del viento Ehecátl, el de más alto rango de Tenochtitlan, Quetzalcóatl (en su Figura 5 está junto a Tezcatlipoca). Quetzalcóatl era un sacerdote del más alto nivel Mexica pero Ehecatl-Quetzacóatl era el dios más antiguo e importante de Mesoamérica.
Me parece que el dios del viento tiene en una mano una serpiente con incensario o rugidor que genera vírgulas de viento o sonido y en la otra mano sostiene una bolsa con el copal para el incensario, que ya ha sido reconocida (izquierda de Figura 5). No se ha encontrado una foto a color de la Lamina 22 del Códice Borbónico, pero hay varios dibujos del dios del viento en la red, pintado en colores y con detalles diferentes (Figura 5).
Fig. 5. Dibujo del dios del viento. Tomado del centro de la Lámina 22 del Códice Borbónico.
Dibujo retocado y repintado de "Mitologie Aztèque" (8)
También hay otros dioses creadores con sahumadores.
Fig. 5a. Oxomaco, p 21 del Códice Borbónico.
Los investigadores que han tenido a la mano esos sahumadores antiguos dicen que sus aerófonos son como los llamados "silbatos de aire" que se tocan en el exterior de la boca y que aparecen en varias culturas clásicas, posclásicas o más tardías. Son los más conocidos en la actualidad por algunos artesanos y músicos y son muy fáciles de tocar por contar con un aeroducto tubular.
Es pertinente hace notar que las vírgulas de las Figuras 4 y 5 indican con claridad los sonidos producidos por el sahumador, pero es complicado sostener con la mano el Tlemaitl como se muestra en la Lamina 26. Lo que si se ve bien es la cabeza de culebra o serpiente en el extremo del sahumador, pero no se sabe de que especie o tipo es. Había muchas serpientes y culebras (9): acóatl, tlilcóatl, tecutlacozauhqui, izttacóatl, chiáuitl, tleua, chiáuitl, ulcoatl, zolcóatl, maquizcóatl, mazacóatl, tetzahucóatl, tlapapalcóatl, coapetátl, chimalcóatl, citlalcóatl, citalin imiuh, metlapilcóatl, aueiactle, tlilcóatl, palancacóatl, ehecacóatl, tzoalcótl, cincóatl, macacóatl, tetznolcóatl, quetzalcóatl, xicalcóatl y muchas otras más que no se sabe su nombre antiguo. Algunas serpientes emitían sonidos como silbidos y otra se relacionaban con picaduras que queman o que traen fuego como la tleua. Como en la teogonía mexicana la serpiente emplumada es la más importante y se asocia al gran sacerdote Qutzalcóatl es posible que sea la mostrada en los dibujos del Códice Borbónico.
Es notable que en todas las representaciones de Quetzalcóatl-Ehécatl que aparecen en la iconografía mexicana tiene una figura de un caracol cortado mostrando su estructura interna en forma de vírgula, símbolo que dicen es del viento. Un significado más amplio (no excluyente) de las vírgulas es el sonido y se sabe que los sonidos de los caracoles se usaban en casi todas las ceremonias.
Algunos investigadores dicen que es imposible obtener algo relevante del análisis de los artefactos sonoros antiguos, como los que tienen educación musical, ya que no disponen de grabaciones o partituras de la música que tocaban en el pasado.
Desafortunadamente, en la literatura no se ha encontrado información descriptiva de detalle sobre la estructura organológica ni de la función sustantiva de los sahumadores sonoros antiguos que han sido encontrados enteros o rotos y que existen en bodegas de resguardo. Los rotos no son de mucho valor para los museografos, pero son muy importantes para la organología, porque se puede examinar su estructura interna sin necesidad de radiografías. Estas son muy difícil de obtener, por la falta de interés y hasta oposición de los administradores de los museos y los trámites necesarios.
Se ha mostrado que los análisis arqueológicos, iconográficos y musicales directos han determinado posibles características y usos generales de los sahumadores sonoros antiguos. Sin embargo, su uso original exacto se desconoce y su análisis acústico es una tarea pendiente. Ya se ha mostrado que aun en forma virtual (10), sin tener acceso directo a lo artefactos sonoros antiguos, es posible encontrar descubrimientos importantes. En este caso, se hicieron varios modelos para propósito de experimentación organológica. Como generador de los sonidos se seleccionó el Ehekaciktli (11) (aerófono de viento) que se toca dentro de la boca, por ser el más antiguo (de la época en que surgieron las primeras sociedades mexicanas) y el que tiene mayores posibilidades acústicas y de operación, aunque es el más difícil de aprender a tocar. Además, este diseño de aerófono bucal se puede moldear muy bien en el interior de cabezas o cráneos de serpientes y reptiles como las mostradas en todas las Figuras.
Una coincidencia interesante con las representaciones teogonicas mexicanas es que el diseño estructural del antiguo Ehakaciktli bucal es muy similar a la estructura de la boca del dios del viento Ehácatl esculpida en varias representaciones, como en las esculturas encontradas por Batres (1) y en otras esculturas de piedra conocidas.
"Generadores de ruido mexicanos" y "silbatos de aire" similares acoplados a tubos de guajes o lagenaria ciceraria, usados como Trompetas Mayas en Bonampak, se presentaron en las Primeras Sesiones sobre Acústica de Instrumentos Sonoros Antiguos. Miembros de esta familia de aerófonos ruidosos se presentaron en otras reuniones internacionales de acústicos como la Gamitadera. y el aerófono olmeca de piedra negra.
Modelos experimentales de sahumadores gruñidores.
Se construyeron varios modelos experimentales. Se patinaron con barro natural crudo para que se vean como si fueran viejos y extraídos del subsuelo (Figuras 6 y 7). Se seleccionaron los modelos de sahumadores más sencillos en sus formas externas, decoraciones y perforaciones por ser los más antiguos. Las fotos fueron tomadas a la misma distancia para mostrar la misma escala relativa de los artefactos de barro.
Fig. 6. Incensario con cabeza de serpiente sonora.
Fig. 7. Incensario con cabeza de otra serpiente rugidora.
Construcción y operación adecuada.
Los trabajos realizados con modelos experimentales de barro muestran que su construcción no es sencilla y no se puede hacer bien con cualquier barro. Se requieren moldear y modelar en tres partes que se pegan: el sahumador, el tubo y el generador de ruido. Lo más delicado de hacer es el generador de ruido potente, ya que es el corazón sonoro del sistema y no son bien conocidos los efectos de los parámetros de su sencilla estructura. Por la dimensión y diseño del sahumador gruñidor, el barro fino no es adecuado debido a los peligros de cuarteadas durante el secado y quemado. Es necesario usar barro arenoso como el que se usa para hacer alfarería de gran tamaño. Su manejo, antes y después del quemado, requiere también de cuidado para evitar que se rompa al sostenerlo por el tubo en el aire, sobre todo, cuando tiene carbón y el tubo es delgado. Esa puede ser la causa de que se hayan roto varios sahumadores antiguos encontrados en la exploración de Batres en las calles de Escalerillas (1). Ahora, ya no se hacen bien ni los sahumadores no sonoros, porque algunos tienen que estar siendo soplados frecuentemente para oxigenar y mantener el fuego, por no tener suficientes hoyos debajo o a los lados del carbón encendido.
Análisis Sonoro.
El análisis musical no es de utilidad en estos casos, ya que los sonidos producidos no son musicales, en el sentido occidental moderno. Es mejor usar técnicas científicas usadas en análisis de sonidos complejos, sin sesgos etnocentristas importados. Para el análisis acústico se seleccionó el modelo más grande, el de la Figura 6 (51 cm de largo), por su tubo de mayores dimensiones exteriores (46 cm de largo y 4 cm de diámetro), ya que es más resistente para su operación y manejo y puede acentuar sus efectos resonadores, aunque los otros dos modelos generan sonidos ruidosos parecidos aunque de menor intensidad.
Este es un sonido corto en formato wav.. El efecto sonoro es impresionante y no es musical, parecen un aullido, gemido o chillido de un animal o ser desconocido del inframundo, del infierno o de la prehistoria, cuando está sufriendo o lo están matando. No parece adecuado para ser usados en fiestas, piezas musicales agradables, bailes o danzas públicas, su uso se adapta más a ritos chamánicos, a ceremonias fúnebres o de la muerte, antes del resurgimiento de la vida. Es excelente para crear sonidos en una casa de espantos. Las componentes de la señal en el espacio de las frecuencias se pueden mostrar con un espectrograma (Figura 8).
Fig. 8. Spectrograma de un gemido del inframundo.
Las componentes de frecuencia de la señal son similares a las de sonidos de otros aerófonos de ruido que se han estudiado con anterioridad, como los llamados "Aerófonos de la Muerte" y un "Aerófono Maya de la Muerte" que tienen grandes resonadores globulares en forma de cráneos, pero en este caso el resonador tubular largo hace que se genere una gran fundamental (F0) o cresta (en color amarillo), con un factor de calidad del sonido (Q) mayor alrededor de 1400 Hz pero con otras crestas y componentes de ruido de cierta intensidad hasta cerca de 6 KHz. Los "silbatos de aire" generan sonidos mas similares al ruido rosa, aunque también pueden incluir grandes crestas que se asemejan a gruñidos o aullidos de algunos animales, cuando se acoplan a resonadores globulares o tubulares.
La potencia percibida es considerable, precisamente porque se genera una señal con alta Q, así como otras crestas y ruido de frecuencias fuertes que se dan en la banda de mayor sensibilidad de los seres humanos (1-6 KHz). El carbón atenúa un poco la intensidad de los sonidos producidos pero siguen siendo fuertes.
La potencia acústica radiada estimada de este tipo de artefactos puede variar alrededor de ~ 0.6 Watts (o 107 dB a 1 m y 0 grados) dependiendo de la forma de tocarlos y de su diseño y construcción. Esa potencia y la altura de los sonidos son suficientes para que se puedan escuchar bien a distancias considerables y muy bien en espacios cerrados como cuartos, cuevas y grutas.
Seguramente, los sonidos generados son mas complejos e impresionantes si se toca un grupo de Tlemaitl al mismo tiempo, pero deben ser operados en un lugar aireado o abierto, si se usan con carbón encendido y copal, para no envenenarse con el humo. Para perfumar un cuarto o recinto, por más grande que sea, y para hacer el ritual del sahumador solo se requiere de un incensario como se puede ver en ceremonias religiosas de los templos modernos.
El Tlemaitl sonoro es la evidencia más notable del uso al más alto nivel sacerdotal y divino de los "aerófonos de doble diafragma". Puede ser muy efectivo para crear efectos de multimedios impresionantes: visuales, auditivos, olfativos, con chispas, fuego, humo de copal y ruidos espeluznantes muy diferentes de los de la música y rituales modernos y sin la necesidad de aparatos electrónicos. Si además se agregaban los honguillos negros nanácatl, el cacao, el canto y la danza todos los sentidos podían participar.
Estos modelos de aerófonos ruidosos puede ser usado con máscaras como el aerófono del diablo o dios de la muerte mexica Micantlecutli para producir sonidos y efectos muy cercanos a los del inframundo o del Tachi mixteco para generar sonidos del infierno.
Como resultado de los análisis y ejercicios realizados y con un poco de imaginación mexicana se puede plantear la hipótesis de que los primeros Ehekachiktli pudieron acompañar al dios del viento Ehékatl cuando creó el cosmos y las culturas de nuestro mundo, ya que ambos surgieron en los tiempos más remotos y se ha visto que se pueden adaptar muy bien al interior de su boca y del pico rojo con dientes de sus representaciones, para generar los sonidos del viento.
En otro trabajo en desarrollo se analiza la hipótesis de que el mismo generador de ruido, pudo ser tocado por otros dioses del aire como el dios maya Gucumatz que está representado en piedra en el Templo de la Cruz de Palenque y llaman dios L "fumador".
Notas y comentarios de expertos.
1. Leticia Staines del Instituto de Investigaciones Estéticas comentó que no hay problema en que se reproduzcan en este artículo las fotos del sahumador, si se dan los créditos correspondientes, mismos que se incluyen al señalar su fuente en la referencia (3).
2. Hilary Kerrod, fina ceramista de de Nueva Zelanda, ya hizo unos modelos de sahumadores sonoros, porque le gustaron mucho.
3. Adje Both, de Alemania, que está haciendo una tesis doctoral con instrumentos del Museo del Templo Mayor, comentó que ya analizó el sahumador sonoro de ese Museo y sólo informó que tiene un silbato de aire en el extremo del maneral. Dijo que no puede divulgar información de detalle hasta que publique su trabajo. Le gustaron los modelos experimentales. Dijo que están "chidos" y me ayudó a medir la presión sonora de sus sonidos con un sonometro.
Otras referencias
1. Batres, Leopoldo. (1900) "Exploraciones en las calles de Escalerillas". Publicado en el libro de Eduardo Matos "Trabajos Arqueológicos en el Centro de la Ciudad de México", Antologías, Serie Arqueología, INAH, 1990.
2. Peñafiel, Antonio. (1910) "Destrucción del Templo mayor de México". Publicado en el libro de Eduardo Matos "Trabajos Arqueológicos en el Centro de la Ciudad de México", Antologías, Serie Arqueología, INAH, 1990.
3. Colegio de San Idelfonso. Instituto de Investigaciones Estéticas. "Fragmentos del Pasado, Murales Prehispánicos". CONACULTA, INAH, UNAM, IIE, ACSI, TMM, MASECA. 1998.
4. SEP, Historia, Quinto Grado, México, 1999.
5. Franco, José-Luis, "Musical Instruments from Central Veracruz in Classic Times", Ancient Art of Veracruz, Exhibition Catalog of the Los Angeles County Museum of Natural History, 1971.
6. Contreras-Arias, Juan-Guillermo. "Atlas Cultural de México. Música." INAH. Grupo Editorial Planeta. ISBN 968-406-121-8. 1988.
7. Florescano, Francisco. "Quetzalcóatl. mexica". Suplemento Num. 8 de La Jornada. Junio 10 de 2003.(http://www.jornada.unam.mx/2003/jun03/030610/quet-mexica.html)
8. Mitologie Aztèque (http://grenier2clio.free.fr/aztec/pic/ehecatl.jpg)
9. De Sahagun, Bernardino. "Historia de las Cosas de la Nueva España". Porrua, 1997.
10. Velázquez-Cabrera, Roberto. Ehekachiktli.
11. Instituto Virtual de Investigación Tlapitzcalzin.
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