Secretos sonoros mayas Roberto Velázquez Cabrera http://www.tlapitzalli.com Fig. 1 Modelo experimental de una rana de Yaxchilan, Chiapas. Una buena manera de ejercer y festejar una verdadera independencia nacional, para promover nuestro enriquecimiento y desarrollo real, es recordando, honrando y reviviendo lo de mayor valor singular de nuestro pasado remoto, que es exclusivo en la historia de la humanidad. El universo sonoro mexicanos era milenario, rico y extraordinario, pero es muy poco conocido, porque se perdió con la invasión, la prohibición y el olvido. Algunos dicen que es imposible saber algo de él, pero sus restos sonoros recuperados y resguardados en museos, colecciones y exploraciones nacionales y del extranjero, que se estiman en cientos de miles, nos pueden decir algo de sus secretos sonoros, si se estudian con formalidad. Muchos de sus sonidos son crípticos para nosotros, pero con las técnicas de la Arqueociencia Sonora, pueden estudiarse y caracterizarse directamente y ya se ha demostrado con muchos casos de resonadores antiguos de viento, que con modelos experimentales, es posible explorar y probar hipótesis constructivas, funcionales y de posibles usos. El análisis de los restos arqueológicos analizados indica que sus sonidos eran muy diversos, como era el entorno en que vivían y los fenómenos y seres naturales que adoraban y representaban en ceremonias, fiestas, danzas y dramas, y las incluían hasta en su mitología. Durante centurias o milenios tuvieron que crear, desarrollar y perfeccionar los artefactos necesarios para poder reproducirlos, porque los fenómenos y animales naturales no pueden producir sonidos cuando los requerían en sus grandes eventos con mucha gente y ruido. Cada tipología sonora recuperada debe ser analizada con la mayor profundidad y difundida con la mayor amplitud posible. De cada uno, puede publicarse hasta un trabajo doctoral o un libro. Ya se ha mostrado que también pueden darse a conocer con la mayor amplitud y apertura en la red mundial, en documentos o videos. El video de este caso El Señor de las Flautas1, fue subido a Youtube el 15 de septiembre de 2014. Muestra un ejemplo, de hermosos resonadores dobles de cerámica que fueron construidos en forma de ranas. Desde 2002, los resultados de su estudio se difundieron en un foro internacional de acústicos en Cancun y abiertamente en el sitio web del autor. Daniel Juárez Cosío2 los rescató del Recinto de la Pequeña Acrópolis de sitio maya de Yaxchilán, Chiapas. Después de examinarlos con su anuencia y de experimentar mucho con sus modelos construidos (Fig. 1), un extraordinario secreto encontrado es que pueden producir sonidos hermosos, similares a los de las ranas naturales. Se cree que pudieron ser utilizados en las ceremonias para llamar la lluvia, generando coros de ranas. También pueden producir batimentos, que inducen efectos audibles y neuronales especiales. Sus usos originales aún son secretos por explorar, con la utilización de las mejores tecnologías actuales disponibles, para probar futuras aplicaciones como en terapias sonoras. Podría hasta revivirse una rama productiva desaparecida con los mayas y un muy singular arte sonoro mexicano. 1 Tlapitzcalzin o El Señor de las Flautas organizaba y dirigía la música de sus grandes ceremonias y fiestas. Incluían cantos, danzas, poesía, teatro, dramas y el resto del conocimiento de mayor valor que tenían para ofrecerlo a lo que veneraban y era por lo que vivían y para lo que vivían. 2 Actualmente es curador e investigador de la Sala Maya del Museo Nacional de Antropología. --------------- ------------------------------------------------------------ --------------- ------------------------------------------------------------