Aeroducto de barro roto

Figura 1. Vista suoerior del aeroducto roto CM U67 4.50

Roberto Velázquez Cabrera
Instituto Virtual de Investigación Tlapitzcalzin.

(Documento consultivo en construcción)
Primera versión 8 de julio de 2005

En este documento se analiza brevemente un aeroducto roto con parte de su embocadura (Figura 1) que encontró el arqueólogo Francisco Rivas Castro, investigador de la Dirección de Investigación del INAH. El caso es relevante, porque se muestra que hasta un fragmento roto de un aerófono antiguo, como los muchos a los que frecuentemente no se les da importancia y se almacenan sin ser examinados organológicamente, puede servir para hacer análisis sobre la organología antigua. Para el estudio de la organología, los fragmentos de aerófonos pueden ser muy importantes, porque muestran partes de la estructura interior, sin necesidad de tomar radiografía o tomografías, lo que es muy difícil de conseguir.

En la clave asignada a la pieza CM es Cerro Mazantepetl, U67 es Unidad Número 67 y 4.50 significa que fue encontrado a 4.50 m de profundidad, en un relleno. Aunque hay información del contexto arqueológico del sitio, misma que se va a incluir en el informe correspondiente, en este caso se analiza la información que puede obtenerse del examen directo de la pieza. La pieza mide (en cm) 0.7 ancho de salida, 0.9 ancho de entrada (rota), 1.4 largo, 0.2-0.15 ancho del aeroducto, 0.2 grueso de la pared del aeroducto y 0.3 grueso de la pared del tubo. Como tiene una parte del aeroducto, se puede estimar su diámetro en un poco mas de 1 cm. El barro es naranja de grano fino y se estima que pertenece al periodo 1360-1520 d.C.

La pieza rota pertenecía a un silbato transverso pero fue desprendida. No se puede saber la longitud del tubo resonador del silbato, ni si los dos extremos estaban abiertos o sólo uno de ellos, ni si tenia iconografía o esgrafiados en el exterior. El aeroducto fue moldeado por dentro con una tortillita delgada de barro alrededor de un palito aplanado con la forma del canal interior. Después de que endureciera un poco el aeroducto así moldeado y con el molde aun colocado en su interior para evitar su deformación, fue adherido al tubo resonador con la técnica del pastillaje, usando una pequeña pieza larga y aplanada de abarro alrededor de la unión en la parte baja, lateral y superior del aeroducto (ver Figura 1). En la Figura 2 se ve la salida del aeroducto, su forma interna y lo delgado de su pared, y a los lados la capa de barro con que se pego. El aeroducto estaba tapado con arcilla, pero se destapó cuidadosamente con una aguja, para ver su estructura interna que es de alta calidad en su moldeado.


Figura 2. Vista frontal del aeroducto roto.

En la parte baja posterior de la unión tiene un hoyito para una cuerda de suspensión. Lo delgado de la pared del aeroducto y su terminado muestran que ese silbato pertenece a los trabajos mas finos de aerófonos de barro que existían en el Valle de México en la época prehispánica y que aun de producían y usaban durante la invasión y aniquilamiento cultural. Hay silbatos similares recuperados de la cultura mexica y de Texcoco. Un silbato con embocadura casi igual se encontró en San Juan Raya, Puebla, que aun habitan los popolocas, lo que muestra que la cultura-tecnológica organologica del Valle de Mexico llegó a esa zona. En la Figura 3 se muestra la foto de algunos modelos experimentales construidos con un aeroducto similar.




Figura 3. Modelos de silbatos tranversos con este tipo de aeroducta.

Ese tipo de aerófonos transversos eran potentes y podían ser operados de varias formas, con soplidos normales, para producir notas musicales planas o microtonales variando gradualmente la abertura de los hoyos laterales. Los sonidos de los mejores silbatos transversos se pueden escuchar bien hasta mas de 300 m. Su potencia acústica radiada máxima puede ser hasta de ~ 0.08 Watts (equivalente a 109 dB a 1 m y 0 grados). Por su banda de frecuencia en el rango de mayor sensibilidad auditiva del ser humano (1-5 KHz). Los silbatos de esa potencia y altura se pueden escuchar bien en las plazas grandes de los sitios arqueológicos, como las de Teotihuacan y Monte Alban.

Los modelos de barro se decoraron con una greca cuadrada, para mostrar las senaales espectrales que pueden producir sus sonidos. En la parte izquierda del espectrograma de la Figura 4 se ve la greca en el espacio de sus frecuencias que puede producir cualquier silbato con un hoyo tonal.

Los silbatos se consideran muy simples, pero pueden producir sonidos complejos, si se operan acoplados con todas las psobilidades acusticas del ser sistema fonador humano. En la parte central y derecha del mismo espectrograma de Figura 5 se muestran sonidos microtonales complejos que puede producir uno de los modelos experimentales. Algunos de ellos se parecen a los sonidos de seres biologicos. Con variaciones en la configuración del tracto bucal se pueden producir modulaciones de los sonidos. También se pueden excitar con fonemas complejos como el de la RRRR y con vibraciones de las cuerdas vocales, para imitar sonidos de animales.


Figura 4. Sonidos de una greca cuadrada y complejos que parecen biológicos.

En un artículo corto sobre silbatos transversos se da más información y se muestran otras fotos sobre estos aerófonos mexicanos. Ya se han analizado algunos silbatos rotos como unos de Ranas, otro de Rancho Ina y uno mixteco.